A finales del pasado mes de junio, el Coro Araba anunciaba su disolución tras 55 años de brillante trayectoria. La falta de relevo generacional se encuentra en la base de una decisión muy complicada de tomar que, además, ha tenido mucho eco, tanto que la formación reconoce que en estos meses ha recibido no pocos mensajes diciendo que sus voces se van a echar mucho en falta.
Eso sí, antes de cerrar la puerta por última vez, la agrupación quiere vivir un último encuentro con el público, lo que se va a producir el próximo 1 de diciembre a partir de las 19.30 horas.
No va a ser un concierto como tal, aunque, cómo no, se va a cantar, pero se busca más un acto de encuentro, una cita para celebrar todo lo compartido y vivido a lo largo de más de cinco decenios dentro y fuera de las fronteras alavesas.
Eso sí, a una semana de la cita, quien quiera asistir y no tenga ya su invitación en la mano va a tener que hacer malabarismos porque las más de 600 butacas del aula magna del Conservatorio Jesús Guridi tienen ya quien las ocupe. Un último lleno para un coro que se merece eso y más, sin duda.
Se cantará, se realizará un breve repaso por estos 55 años de historia que ahora se cierran, se llevará a cabo un reconocimiento a los directores que ha tenido la agrupación en estos años y a las personas que de él han formado parte, y se producirá un homenaje especial al músico y compositor alavés Sabin Salaberri, responsable de poner las primeras bases del Coro Araba a finales de los años 60 del siglo pasado.
Coralistas y público podrán así el punto final a una trayectoria fundamental para un territorio que, por desgracia, está asistiendo a situaciones parecidas en otras agrupaciones, también por el mismo motivo. La falta de nuevas generaciones que quieran implicarse en estos grupos está conduciendo a un escenario de peligroso silencio. – C.G.
