Sonidos hay muchos en el programa de unas fiestas patronales. La Blanca no es una excepción. Pero, por lo general, se asocia la oferta musical a determinadas propuestas, desde las txarangas que salen junto a las cuadrillas hasta las jotas del Parque del Prado pasando por las kalejiras de gaiteros y trikitilaris, sin olvidar, por supuesto, los conciertos de grupos y orquestas varios.

Desde Camela hasta Los Chikos del Maíz, el abanico es tan grande que puede abarcar a la Dj LaMia Mari, a Joselu Anaiak o a Sarrabete. Pero pocos se pueden imaginar todo lo que, también dentro de la misma oferta, puede llegar a suceder en el auditorio de la Escuela Municipal de Música Luis Aramburu.

Los integrantes de Dolmen Ensemble. | FOTO: CEDIDA

Desde antes de la pandemia se viene trabajando para consolidar este espacio como un escenario en el que poder compartir con el público una propuesta diferente junto a grupos de cámara. “El de Luis Aramburu es un escenario que conocemos, unas tablas para la música de cámara; tampoco te va a venir alguien que pasa por la calle con un katxi en la mano”, sonríe el violonchelista gasteiztarra Iván Casado. “También tiene que haber este tipo de formatos en unas fiestas y tal vez por ellas venga otra gente diferente”, apunta el intérprete, que junto al resto de Tanguedia Ensemble actuará en el espacio de la calle Correría el día 5.

“La gente joven, por lo menos, asocia las fiestas con otro tipo de eventos o de situaciones, pero nos hace mucha ilusión formar parte de este cartel. Cuatro de los miembros del ensemble somos de aquí y el quinto de Arrasate, así que... Tocar en fiestas de La Blanca es hacer lo que te gusta y en tu ciudad, y eso para nosotros es importante”, añade Eider García de la Torre, que se subirá al escenario con el resto de Dolmen Ensemble el día 6. En ambos casos, las actuaciones serán de acceso gratuito y a las 12.30 horas.

Con música de Piazzolla

Los primeros en hacer acto de presencia serán los componentes de Tanguedia Ensemble, es decir, el mencionado Casado junto a Naiara De La Puente, Víctor Parra y Joana Otxoa de Alaiza, todos ellos nombres bien conocidos de la escena musical alavesa. En plena pandemia, en 2021, la propuesta tomó forma y ya ha pasado por programaciones como el ciclo de cámara del Jesús Guridi o el Fin de Año Musical de Araia.

El motor del proyecto está en la figura del bandoneonista y compositor argentino Astor Piazzolla. “Como compositor va a perdurar en el tiempo. Es buenísimo. Tocar su música siempre es un placer. Es una música que llega dentro”. Así va a quedar claro en el repertorio a presentar. “Lo particular en nuestro caso es que es música escrita para un quinteto y nosotros somos un cuarteto. El quinteto original es para bandoneón, violín, guitarra eléctrica, contrabajo y piano. Nosotros llevamos acordeón, violonchello, piano y violín”.

Como explica Casado, el grupo va a compartir obras que “ seguramente son las más conocidas. Es una música muy bonita, muy interpretada y grabada en diferentes discos. Es verdad que, en general, hay un matiz un tanto melancólico en el repertorio, salvo en el caso de Escualo, que es una composición muy divertida aunque muy complicada para el violín”. Así lo comprobarán quienes se acerquen a la propuesta de un ensemble en el que se dan cita músicos muy activos en distintas agrupaciones.

“De cada proyecto y de cada persona con la que tocas, aprendes. Yo, por ejemplo, tengo un dúo con Naiara que se llama Stratos Project, en el que hacemos básicamente música contemporánea. Es un lenguaje que poco tiene que ver con otras cosas que hacemos, también en este caso con respecto a la música de Piazzolla. Lo cierto es que estamos muy acostumbrados a ser eclécticos”. Eso sí, tantos reclamos tan diferentes hace que a veces sea complicado cuadrar agendas para juntar al ensemble. “Estamos acostumbrados”, dice el violonchelista, quien tiene claro que, para llegar bien al concierto del 5, “habrá que cuidarse un poco el 4”.

Programa ameno y divertido

El día 6 el relevo lo tomarán quienes dan vida a Dolmen Ensemble, es decir, García de la Torre junto a Ibon Ariznabarreta, Asier Urreta, Mikel Albistur y Aitor Gullón. De su mano podrán escucharse composiciones de Franz Danzi, Alexander Zemlinsky, Malcolm Arnold y Carl Nielsen. “Pensando un poco en el tipo de público que puede venir y el ambiente que va a darse en la ciudad, tampoco queríamos hacer algo muy intenso, sino algo que fuera ameno y divertido, de fácil escucha. Todo ello con obras, por lo menos a nuestro parecer, divertidas tanto para tocar como para escuchar”.

Es la invitación que hace este grupo nacido en 2018 y que tiene en García de la Torre y Ariznabarreta su base principal y así poder presentarse bien en dúo, trío o quinteto, como va a ser el caso. “La mayoría nos conocemos desde la época en el Conservatorio Jesús Guridi. Luego cada uno fue a estudiar la carrera y los máster a distintos sitios, también en otros países. Al volver a casa, lo que hemos querido es seguir con lo nuestro y tocar. Así que hemos ido creando grupos con los que poder realizar conciertos”.

Tras pasar por ciclos como el del Jesús Guridi o los Sábados Musicales, todos ellos se encuentran en diferentes propuestas al mismo tiempo. De hecho, algunos se encuentran ahora dentro de la Banda Municipal de Música de Gasteiz, que durante estas fiestas también tiene una agenda apretada. “Es una situación exigente, pero estamos acostumbrados a estar de aquí para allá, con un concierto en un sitio y luego otro en diferente lugar. Al final es lo que queremos hacer. Cada vez que hay una oportunidad, se va a por ella”, apunta la clarinetista vitoriana, aunque también toca el saxo “cuando salgo con la txaranga”, ríe. “De cada cosa sacas algo aunque todo sea diferente entre sí”.

Al fin y al cabo, “es complicado encontrar un hueco. Necesitas una propuesta que llame la atención y que encaje con lo que el programador quiere. Por falta de ganas por nuestra parte, no es. Hay que trabajar y buscarse un hueco. En eso estamos”. Y en Luis Aramburu van a dar un paso más.