El juego del calamar fue un éxito arrollador en Netflix y su tirón fue aprovechado por otras series de corte similar, que no igual, como por ejemplo Alice in Borderland, cuya segunda temporada se ha hecho esperar dos años pero hoy mismo se estrena en la plataforma de streaming. ¿Conseguirán Arisu y Usagi volver al mundo real?
Alice in Borderland está basada en el manga homónimo de Haro Aso. Un grupo de jóvenes debe enfrentarse a una serie de sádicas pruebas para sobrevivir en un Tokio paralelo post-apocalíptico en el que se encuentran atrapados y donde ya no rige ninguna norma.
El tipo y la dificultad de estos juegos a vida o muerte vienen determinados por unas cartas que incluyen números (nivel de dificultad) y símbolos (hacen referencia a la temática). Así, los tréboles indican trabajo en equipo, los diamantes se centran en el ingenio y los corazones en los psicológico. Aquellos que deciden no jugar son ejecutados por unos láseres rojos disparados desde el cielo.
“Alice in Borderland trata sobre unos personajes que encuentran esperanza en un mundo desesperado, que realmente luchan con muchas cosas para encontrar y elegir cómo van a vivir su vida. Creo que esa es una realidad a la que nos enfrentamos ahora”, afirma Shinsuke Sato, el director de la serie, en referencia a los tiempos de pandemia en los que nos encontramos todavía.
Esta primera temporada de ocho capítulos adaptó cerca de la mitad del manga de Aso. Ahora se podría cubrir la segunda mitad, pero Netflix se plantearía alargar la ficción con nuevas tramas si se produce el éxito esperado.
Más riesgo y emociones
La nueva tanda de capítulos arrancará con Arisu (Kento Yamazaki) y Usagi (Tao Tsuchiya) enfrentándose a nuevas pruebas después del juego final de los 10 de corazones que acabó con una desagradable masacre tras identificar a la ‘bruja’. El objetivo es volver al mundo real. Para ello deberán resolver los misterios que esconde Borderland y enfrentarse a juegos de una escala y dificultad que superan a los de la primera temporada. Por el camino se toparán con nuevos aliados, feroces enemigos y descubrirán al cerebro que se esconde detrás de los macabros retos. En esta segunda temporada todo se magnifica. No obstante, la esencia de cada juego sigue siendo la misma. Es decir, juegos infantiles donde los jugadores serán puestos a prueba y, en caso de perder, morirán.
Respecto a la recreación del Tokio paralelo, algunos lugares se construyeron a escala real, como es el caso de Shibuya, una bulliciosa zona comercial y de entretenimiento donde rodar es prácticamente imposible. Por ello se recrearon al detalle zonas como el famoso cruce de Shibuya o la estación de metro y sus alrededores.
También se incrementa el nivel de gore y de violencia a medida que avanza una trama en la que las relaciones entre los personajes serán claves para conocer la verdad y ¿retornar? al verdadero Tokio, que, quién sabe, podría dar más miedo que el desolado país de las maravillas.
