A pesar de la pandemia, de un primer aplazamiento y de todos los condicionantes habidos y por haber a causa de la situación sanitaria, en septiembre de 2020, y de la mano del ciclo de cámara Jesús Guridi, Iñaki Encina Oyón pudo actuar por fin en el que fue su conservatorio siendo estudiante. Lo hizo junto a Adriana González, protagonizando un concierto de excelente factura. La soprano guatemalteca y el pianista y director de orquesta dejaron grandes momentos y la esperanza de, a pesar de sus respectivas apretadas agendas, poder volver a encontrarse con ambos.

Por fortuna, además en un contexto sanitario mucho más favorable, esa segunda oportunidad va a tener lugar este sábado a partir de las 19.30 horas, de nuevo en el mismo escenario. Va a ser posible gracias a la colaboración entre la segunda edición del Jalgi! Voz Festival y el mencionado ciclo de cámara Jesús Guridi. Todavía quedan entradas a la venta, por un precio de 6 euros cada una. La de Vitoria va a ser casi una exclusiva, porque el dúo solo va a dar otro recital en la península en estas fechas, el que el día 10 tendrá lugar en Barcelona. Así que la ocasión para disfrutar de su propuesta es una oportunidad única.

En dichos recitales, los dos reconocidos y galardonados artistas interpretarán canciones para voz y piano de Albéniz escritas en castellano (Rimas de Bécquer), en francés (Deux morceaux de prose), en italiano (Baladas) y en inglés (To Nellie). Además, completarán el programa con una cuidada selección de obras de Robert Dussaut, Hélène Covatti, Ferran Obradors (Canciones clásicas españolas), Enrique Granados (Canciones amatorias), y Ermanno Wolf-Ferrari (Rispetti Op. 12), en un original recorrido por el universo sonoro de Albéniz y su tiempo.

Cabe recordar que a principios del año pasado, el dúo estuvo en el centro cultural Gustav Mahler de Dobbiaco, en medio de los Dolomitas, grabando los temas del disco que es la mejor excusa para su vuelta a Vitoria, un trabajo que, como el propio Encina Oyón contó en estas mismas páginas, busca que “el oyente pueda realizar un viaje por la vida de Albéniz”, un tránsito cronológico pero también “lingüístico y geográfico” ya que el creador “viajó muchísimo y vivió en Londres y en París”. En suma se recogen en este trabajo unas 30 canciones que “nos permiten seguir toda la evolución como artista del compositor”, hijo, por cierto, del vitoriano Ángel Lucio Albéniz y Gauna.