Si lo que no se nombra, no existe, lo que no se usa, termina por desaparecer. Así que la Escuela de Artes y Oficios se ha convertido este sábado en un gran salón para jugar a las cartas, para poner en valor el trabajo que el centro ha realizado junto a Naipes Heraclio Fournier con motivo del 250 aniversario del espacio formativo y el 155 de la firma nacida en la capital alavesa.
Así que hubo tiempo para competir, ver, compartir y disfrutar en torno a la obra creada por la profesora de pintura y diseñadora de la baraja conmemorativa, Nuria Pérez-Cárcamo, y la directora creativa del proyecto y del departamento de diseño de Fournier, Blanca Garaluce.
En un ambiente inmejorable, con el sol de la mañana reinando en el exterior, decenas y decenas de personas se acercaron hasta la plaza Conde de Peñaflorida para demostrar sus habilidades al mus, usando para ello esta baraja tan especial, que ha sido creada como un paso más dentro de la estrecha relación que siempre han mantenido Gasteiz y Fournier. Más allá de quién ganó o no, lo importante era, ante todo, pasar una jornada divertida, entretenida y en colectivo. Que se sepa, no hubo trampas, aunque eso ya no dependió del diseño de los naipes...
Además, quienes se acercaron pudieron ver algunos de los nuevos diseños a gran tamaño gracias a la exposición que se hizo de las cartas. Eso sin perder de vista que también se llevó a cabo una ruleta de premios, varios talleres –uno de ellos de carácter infantil–, y hasta hubo espacio y lugar para un poco de magia de la mano de Jorge Luengo.
También hubo momento para poder adquirir un ejemplar de la nueva creación que han llevado a cabo Fournier y la Escuela de Artes y Oficios, dos entidades que a lo largo de su historia han cruzado sus respectivos caminos en no pocas ocasiones. Es de esperar que así siga pasando en el futuro.
