- El director japonés Hirozaku Kore-eda conmovió ayer en Cannes con su primera película coreana, Broker, rodada en la ciudad de Busán y con actores coreanos, una historia sobre “la familia elegida” y las segundas oportunidades con la que vuelve a competir por la Palma de Oro. Lo hizo en una jornada en la que el actor Javier Bardem fue invitado especial y se ganó al público con su sinceridad al recorrer y compartir recuerdos de su trayectoria.

Kore-eda cree en el potencial del ser humano “y en la bondad que todos tenemos en el fondo”, y, “si puedo -apuntó-, intento subrayarla y ponerla por delante en mis películas”.

Ha aceptado que se hable de trilogía en relación a Broker, Un asunto de familia y De tal padre tal hijo (2013), ya que todas nacieron de una reflexión sobre las dificultades de asumir la paternidad que hacía en la primera de ellas. “Un amigo me dijo que para las mujeres tampoco es fácil, que el hecho de alumbrar un bebé no significa que una mujer se sienta cómoda en el rol de madre y que ese es un prejuicio que muchos hombres teníamos”, señaló. “Reflexioné mucho sobre ello y eso me llevó primero a hablar de una mujer que no tiene hijos y quiere tenerlos en Un asunto de familia y esta vez de una que sí lo tiene pero no se siente preparada”.

Con estrellas coreanas el reparto, como el actor Song Kang-ho de Parásitos o la figura del K-pop Lee Ji-eun, la trama arranca cuando una mujer deja a un recién nacido en lo que se conoce como “buzones de bebé”, un depósito de seguridad que permite abandonar a los niños de forma anónima y que Kore-eda descubrió en Seul en 2010. A partir de ahí propone una road movie en la que la madre, los dos hombres que recogen al bebé y un invitado inesperado viajan en busca de unos padres adecuados para la criatura a la vez que crean lazos familiares entre ellos y son perseguidos por una pareja de policías.

“Quería hacer el retrato de una familia elegida, cuyos miembros han podido cometer delitos pero que todos juntos y por una vez en su vida, intentan hacer algo bien”, explicó el cineasta. También plantea una reflexión sobre la estigmatización de las madres solteras en Corea, que les dificulta aún más si cabe tanto la crianza como la posible entrega en adopción, y muchas de las cuales se ven abocadas a utilizar esos polémicos buzones.

El otro protagonista de la competición de ayer, el belga Lukas Dhont, de 31 años, tuvo muy buena acogida con su segundo largometraje, Close, en el que contrarresta los estereotipos sobre “la representación de la masculinidad” mostrando cómo dos adolescentes viven su amistad con intensidad y sin tabús emocionales hasta que su percepción cambia por las miradas de terceras personas. El director apuesta por “la ternura y la fragilidad, que son clave y que no estamos habituados a mostrar”, dijo. l