"No, no voy a enterrar al escultor", sonríe Koko Riko. Solo que ahora es otra de sus facetas creativas la que está tomando un protagonismo especial. Con una decena de obras de dibujo sobre papel ha estado hasta hace nada participando en una muestra colectiva en el Centro de Exposiciones Fundación Vital. Ahora, con otras once creaciones diferentes pero que responden al mismo modo de hacer e intereses, el autor gasteiztarra se adueña, esta vez en solitario, de la nueva sede de Zas Kultur, ubicada en la plaza San Antón. Lo hace desde esta tarde hasta el próximo 30 de julio.
Aunque el escultor descanse mientras el pintor toma el primer plano, hay un sello personal en todo lo que hace Riko que es inconfundible y propio. Dibujos, que es como se ha venido a bautizar esta muestra, es un claro ejemplo de ello. El artista, además, es perfectamente consciente. Aún así, "creo que este medio me permite seguir líneas diferentes" y adentrarse en otras lecturas. De hecho, "veo algunos de estos dibujos como con un desarrollo literario", dice mientras camina entre alguna de las once piezas presentes.
Fue a raíz de la reciente muestra colectiva por la que Zas Kultur invitó al autor a montar esta exposición individual. "No me importa que sean dos tan seguidas; hace años sí que era más tiquismiquis con algunas cosas, pero ya no o no tanto", describe. Eso sí, las creaciones que aquí se comparten con el público no se repiten en ningún caso con las ya vistas en el espacio de Fundación Vital. "Tendré como unos 300 dibujos realizados así, aunque supongo que solo mostraría unos 40, y aún así tengo mis dudas".
Ese impulso reciente de trabajar tanto en la pintura "con agua sucia" sobre el papel obedece, como recuerda Riko, a un intento personal y profesional "por quitar lastre". Al fin y al cabo, la labor del escultor genera muchas necesidades materiales, de espacio y de inversión. "No sé si diría que me ha entrado cargo de conciencia pero sí el deseo de ser más eficiente y sostenible". De todas formas, hay un factor esencial en esta senda y es la emoción que le genera al artista ver "cómo cuando con casi nada consigues transmitir".
Ahí se encuentra una de las claves de esta apuesta de Riko, que siente con pasión, y habla de ello de la misma forma, el proceso por el que actúa sobre el papel, usando lo que él llama "agua sucia", con la que no pinta, sino que la frota y sobre la que insiste para ir generando figuras, escenas y momentos, que en varios casos parecen remitir a esculturas imposibles de llevar a cabo. A partir de aquí, eso sí, es el momento del público, de que cada persona haga sus propias interpretaciones. Por de pronto, hoy a partir de las 19.30 horas se producirá la inauguración oficial, un acto abierto a toda persona que quiera acudir.
Así, Zas Kultur seguirá desarrollando una agenda que el próximo jueves 19 acogerá una tertulia creativa trazoatlántica enmarcada en la otra muestra que su sede acoge estas semanas, Trazo-Atlántico. En este caso, aunque la cita será gratuita, al ser un encuentro creativo y participativo requiere de inscripción previa en espaciozas@gmail.com