Bendito sea el ‘factor Mendizorroza’. Y eso que el Deportivo Alavés no pudo lograr la ansiada victoria, pero el ambiente vivido este domingo en el recinto del Paseo de Cervantes deja claro que los vitorianos constituyen un equipo de Primera División.

El enfrentamiento ante el Athletic, uno de los rivales más en forma del campeonato, adquirió un colorido especial desde primera hora de la mañana pese a que la climatología no resultase especialmente favorable. Después, desde las 16.15 horas, Mendizorroza presentó un aspecto que se corresponde al de las grandes citas.

En cualquier caso, ambas aficiones convivieron con deportividad antes y después de que el balón echase a rodar en Mendizorroza. Centenares de seguidores del Deportivo Alavés y el Athletic tomaron las calles más céntricas de la capital alavesa para calentar motores antes del derbi. La Kutxi fue una vez más el escenario de una fiesta del fútbol, pero también de pique entre ambos rivales.

Por supuesto que Mendizorroza no falló en la cita ante el Athletic y fue una vez más una olla a presión. El despliegue del tifo tomó su tiempo, pero en cualquier caso demostró la creatividad de Tifo Ekintza, los encargados de hacer realidad auténticas maravillas en la grada de Polideportivo.

La caldera de Mendizorroza hirvió sobremanera durante toda la contienda, pero especialmente en dos momentos. El primero de ellos en el minuto 57. Los más de 19.000 espectadores congregados en el recinto del Paseo de Cervantes vieron la mano de Yuri Berchiche dentro del área salvo quien tenía que señalizarlo.

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En imágenes: Ambientazo en las calles de Vitoria antes del Alavés-Athletic Pilar Barco

Pero poco después, el tanto de Joan Jordán propició un enorme estallido de decibelios en Mendizorroza. El catalán se desahogó tras marcar el empate y la grada, mientras tanto, celebró con rabia el tanto del centrocampista. No hubo manera de certificar el triunfo, pero la marea albiazul reconoció a los suyos el enorme esfuerzo realizado frente al Athletic.