- La directora Carla Simón, que estrena este viernes 29 de abril su película Alcarràs -ganadora del Oso de Oro de la Berlinale-, considera que el cine español “no está tan bien para nada” a pesar de los éxitos recientes en forma de galardones o las últimas nominaciones a los Oscar.
“Para mí hay una cosa muy reveladora que es que esta película es una coproducción, no está hecha solo con dinero español, porque con dinero español no llegábamos. Y lo mismo ocurre con otra película que estaba en competición en la Berlinale, la de Isaki Lacuesta”, recuerda.
“Nos olvidamos de que las películas cuestan dinero, estamos muy acostumbrados a trabajar en precario y a renunciar como directores a que no se pueda hacer algo por falta de ese dinero”, lamenta, para reiterar que en caso de no haber contado con esa coproducción, ninguna de las dos película españolas en la sección oficial de Berlín habría estado allí.
La autora de Verano 1993 afirma que su película es “una reflexión sobre la tradición y el cambio”, tanto para la familia como un modelo de agricultura. “Pero mientras que con la agricultura no lo soy tanto, porque no hay un relevo generacional no por falta de vocación sino por dinero, sí veo motivos para estar optimista con el futuro de la familia”, señala.
“A lo mejor esa manera de vivir todos en el mismo sitio que muestro en la película se ve cada vez menos, pero entender la familia como un refugio sí es algo a reivindicar y lo vivo así. Y más después de una pandemia”, comenta con humor.
En Alcarràs, Simón muestra la historia de una familia agricultora en un municipio ilerdense, la cual se ve obligada a dejar las tierras que llevan trabajando años debido a la decisión del propietario de apostar por otro negocio. La película está rodada con actores no profesionales y en un dialecto específico de la zona. “Siento que ahora mismo ese modelo de transición es menos sostenible que antes, tienen que producir mucho y no les da”, apuntó.