- Protagonizada por Blanca Suárez y un elenco masculino encabezado por Iván Marcos, Netflix estrena hoy Jaguar, una serie que cuenta la historia de una banda de “cazadores de nazis” y busca dar luz al sufrimiento de miles de españoles supervivientes de los campos de concentración, que vieron cómo la España de Franco daba cobijo a sus verdugos. “La serie habla sobre todo del deseo de justicia de los personajes protagonistas. De reivindicar su situación como víctimas de una tragedia y la memoria del sufrimiento que ellos y sus compañeros han vivido, de llevarlo ante la luz y el conocimiento del resto del mundo”, cuenta Marcos.

El actor de 45 revoluciones y Fariña interpreta a Lucena, el líder de una banda formada por supervivientes del nazismo que decide rebelarse contra la situación de impunidad de la que gozaban los nazis refugiados en España y capturarlos, no para asesinarlos, sino para llevarlos ante la justicia internacional. Son los Jaguar y en su camino se encontrarán con Isabel Garrido (Blanca Suárez), también víctima con ganas de justicia, pero de una índole diferente: para ella la paz solo llegará si los verdugos, que se pasean impunemente por el Madrid de los años 60 que les pone la alfombra roja, mueren.

Las historias de los cerca de 10.000 españoles que acabaron en los campos de concentración alemanes y de los más de 40.000 criminales nazis que se establecieron en España tras la Segunda Guerra Mundial y, con total impunidad, tuvieron una segunda vida sin cambiar siquiera sus apellidos. Auspiciados por el régimen de Franco, se quedaron en la península o utilizaron el país como escala para escapar a Latinoamérica.

El equipo de Lucena lo completan Francesc Garrido, que interpreta a Marsé, Adrián Lastra como Sordo -los dos supervivientes de los campos- y Óscar Casas, que interpreta a Castro, cuyo padre murió en un campo.

“La serie habla de la restitución de la memoria y de la justicia, de unos tipos que se juntan para poder hacer algo en nombre de otros muchos tipos que no han podido hacerlo porque han desaparecido o muerto o porque no tienen las posibilidades o el valor. Quieren intentar arreglar una deuda dolorosísima que tienen con el pasado”, explica Garrido. Todos ellos acarrean fuertes secuelas ya que, como cuenta Gema R. Neira, guionista de la serie, en su investigación descubrieron que, aunque parezca “que lo más duro es el campo de concentración, nos hemos dado cuenta de que el campo dura unos años o meses, pero las heridas les duraron toda la vida y curar eso es prácticamente imposible”.