- Se toma la vida con calma y va de proyecto en proyecto. En los últimos años ha estado en Eskamak kentzen, Caronte y Mentiras. En estos momentos, da vida a Amanda, una jefa de policía en Entrevías.

Desde 2016 que hizo 'Eskamak kentzen' no ha parado de hacer televisión. Eso sin ver todo su currículo anterior.

—No soy de hacer muchas retrospectivas, pero no me puedo quejar. En la pandemia tuve un parón de cuatro meses, supongo que como todo el mundo. Pero luego todo comenzó a andar el verano pasado y hasta hoy.

Está en la nueva serie de Mediaset, 'Entrevías'.

—Este era un proyecto que se iba a hacer antes, justo cuando surgió la pandemia, y se ha ido retrasando hasta ahora. Es verdad que llevo una buena racha. Presunto culpable, Caronte, Mentiras... Cierto, no he parado.

Parece que está un poco apartada del teatro, al menos en las últimas temporadas.

—Cuando me llaman sí que hago teatro. Pero estando haciendo la función de Erlauntza y cuando salió el proyecto de Caronte tuve que dejarlo. Trabajando en una serie en Madrid es muy complicado hacer teatro en Euskadi. Pero siempre que me llamen, siempre que pueda, estoy activa para este medio. Si es compatible con otras cosas que haga, lo haré. El teatro me encanta.

¿Cómo es Amanda, su personaje en 'Entrevías'?

—Es una tía con convicciones muy fuertes, de tradición familiar policial. Con una herida importante dentro de la familia y relacionada con lo que mueve la historia de Entrevías, pero no te puedo contar qué es. Es una tía de amplio calado. Es una mujer que tiene unas ideas muy claras sobre cómo hay que hacer las cosas; de cómo hay que ir a por los malos. Ella quiere ser fiel a sus principios, totalmente fiel.

¿Totalmente inflexible?

—Es posible. Pero esa fidelidad a sus principios choca cuando llega a Entrevías, un barrio muy particular. Hay otra manera de abordar la problemática del barrio y va a requerir de otro tipo de herramientas. Son herramientas que le da Ezequiel, es el personaje que interpreta Luis Zahera.

Usted es la inspectora jefe y él es el clásico poli de barrio.

—Sí, él es un policía corrupto y que es muy útil en un momento dado para los que le mandaban hacer ciertas cosas. La serie se terminará de grabar a finales de noviembre. Esa es la fecha prevista.

Trabajar en verano, en Madrid, y con altas temperaturas tiene que ser duro.

—Ja, ja, ja... Lo es. Pero he tenido la suerte de que gracias a una compañera, es actriz y está fuera, he podido alquilar una casa, la suya. Tiene terraza y manguera y todo ha sido mucho más fácil. Tampoco me voy a quejar, sí que ha hecho calor, pero me gusta mi trabajo y la vida nómada. Resulta cansado a veces tanto vuelo.

Si nos fijamos en su desarrollo profesional, desde 2008, año en el que empezó en televisión, ha hecho muchísimas cosas.

—Es verdad. Pierdo la perspectiva. Pero he hecho muchas cosas, y cosas muy diferentes. En teatro he interpretado a muchos personajes, he hecho cine y he hecho mucha tele. Empecé en ¡Vaya semanita! Nunca después se ha vuelto a dar, pero fue un programa muy importante tanto para la gente que trabajamos en él como para los espectadores.

¿Lo echa de menos?

—Ha pasado mucho tiempo ya desde que estuve en ese programa. ¿Echarlo de menos? Fue una gran experiencia y una escuela estupenda. Después, he hecho de todo.

En '¡Vaya semanita' estuvo en 280 'sketches'.

—¡Qué barbaridad! No lo sabía con exactitud, sabía que eran muchos, pero no tantos. Me guardo el dato. Curramos mucho, fueron tres temporadas completas.

Ha trabajado en los tres medios como actriz, pero también se ha puesto el buzo de presentadora.

—Estuve haciendo Sukaldari. También presenté alguna gala de nochevieja, fueron dos años en ETB-1. También es una faceta que disfruté. No es la que más me gusta, me mola más la interpretación y ser actriz que ser presentadora. Postularme como presentadora me resta opciones en la ficción, quizá es por eso que no me seduzca tanto. Pero cuando me ha tocado ser presentadora, he puesto todos mis esfuerzos en que el programa salga bien. No es una faceta que haya explotado mucho, pero también he disfrutado.

Estudió Derecho. ¿Le queda algo de sus estudios como abogada?

—Claro. Me quedan ideas y nociones. Estuve siete años ligada al mundo del Derecho, cinco de carrera y dos de posgrado. No estoy para defender a nadie y para que me hagan consultas complicadas. Pero lo que es la esencia del Derecho, la esencia de justicia y muchas cosas más me han quedado dentro. Estoy muy satisfecha de haber estudiado Derecho.

¿Tiene algún otro proyecto entre manos?

—Ahora mismo estoy volcada en la serie, estoy full time en este proyecto y me queda muy poco tiempo para nada más. Es un personaje que me está dando mucho curro y es difícil de compatibilizar. He tenido que dejar pasar algunos proyectos que me hacían mucha ilusión. Esta serie es exigente y necesito estar al 100% con ella.

Ha hecho muchos personajes de humor y también de drama. ¿Dónde se sitúa mejor, en la comedia o en el drama?

—No lo sé. La última comedia en la que he trabajado fue en la obra de teatro Erlauntza. Y me tocó el personaje menos humorístico de todos. Era el que menos humor tenía y lo eché de menos. El drama y la comedia son dos géneros muy importantes para el actor, son muy diferentes, y reconozco que ahora me apetecería hacer algo de comedia. Los últimos proyectos que he ido encadenando están más encuadrados en el drama. ¿Mejor un drama que una comedia? No lo sé. Para mí, supongo que para mis compañeros igual, va a depender siempre del personaje. Depende cómo sea el personaje a interpretar va a depender mis preferencias.

¿Ha cumplido los sueños que tenía cuando empezó en esta profesión tan escurridiza?

—Con creces. Proyectas muy en abstracto cuando estás fuera de este mundo. No sabes muy bien cómo va a ser. Pero creo que mi sueño es poder dedicarme a esto, meterme en la piel de un personaje y tener cada día ilusión cuando vas a currar. Estar en un trabajo que te guste es ya un sueño. Por dificultades que pases y por cansado que sea a veces el ser actriz, si sigues teniendo la ganas de ir a trabajar, merece la pena, el sueño se ha cumplido.

Una profesión con parones que pueden llegar a ser desesperantes.

—He aprendido mucho. He aprendido siendo actriz a gestionar la ansiedad que puede producir un parón. He tenido la suerte de que casi siempre que he tenido un parón he estado con expectativas de alguna otra cosa. He tenido parones, sí, pero en la mayoría ha habido algo en el horizonte con posibilidades.

Una vida en la que no cierra la maleta, va de acá para allá.

—Lo has descrito a la perfección. No soy capaz de deshacer la maleta, estoy viviendo entre Donostia y Madrid. Yo llego a los sitios, voy sacando cosas, las paso por la lavadora, pero no deshago la maleta, no me da tiempo. Ahora mismo, ando a un ritmo un poco frenético y mi armario es mi maleta.

"¡Vaya semanita!' fue un programa de humor muy importante para los actores y los espectadores"

"¿Drama o comedia? No lo sé. Son géneros muy diferentes y todo depende del personaje que hagas"

"Siendo actriz he aprendido a gestionar la ansiedad que puede producir un parón en esta profesión"