- A finales del pasado mes de mayo fueron espacios como Zas y ARTgia los primeros en recuperar cierta normalidad tras los meses de parón ocasionados por la aparición a principios de marzo del covid-19. Poco después, con el arranque de junio, se generalizó la apertura entre museos, centros culturales y otros lugares destinados a la exposición artística, una senda que se ha ido asentando a lo largo del verano en el territorio alavés, sin perder de vista los cambios que, en cumplimiento de las normas de seguridad e higiene, ha marcado el coronavirus.

Una pandemia, eso sí, que también ha traído este mes de agosto el cierre de la sede física de Talka Galeria, aunque, como ya informó este periódico, la intención es poder seguir con el proyecto, más allá de que se estén barajando distintas alternativas y novedades al respecto.

Todo ello configura un escenario nada sencillo, no solo por las incertidumbres presentes, sino también por las inmediatas. Aún así, también en este agosto extraño, son diferentes y variadas las propuestas que aguardan a los visitantes, un público formado, ante todo, por personas locales y del entorno geográfico más cercano, a tenor de las dificultades que existen para el movimiento de turistas extranjeros. De hecho, esto lo están notando de manera especial los museos, más allá de que en estas circunstancias y con los aforos limitados, intentar hacer comparaciones con otros años precedentes es una pérdida de tiempo.

A pesar de todo, las propuestas son variadas y diferentes tanto en espacios públicos como privados y asociativos. En el caso de Artium, por ejemplo, siguen abiertas las muestras Zeru bat, hamaika bide, Gema Intxausti. Entre la multitud, observando el arresto, Juan Luis Moraza. Gordailua 1987-1988 Depósito -que se cerrará el próximo domingo-, Hemen dira hutsunean igeri egindakoak. Tururu y 1989. A través de la arena. El museo de arte contemporáneo, de todas formas, irá renovando varias de sus exposiciones en el último cuatrimestre del año, más allá de que no hay que perder de vista el desarrollo del conflicto laboral que está en estos momentos abierto a raíz de las condiciones que establece el nuevo concurso que el centro ha puesto en marcha en torno a la prestación del servicio de atención al público y por el que, de momento, hay dos convocatorias de huelga, una parcial y otra posterior indefinida, para septiembre.

También, en la capital alavesa, tienen abiertas sus puertas con sus colecciones permanentes los museos Bibat, Armería, Ciencias Naturales, Arte Sacro y Bellas Artes, aunque en este caso, la época estival ha supuesto la apertura de una muestra de gabinete del pintor Fernando García Alegría en la que se comparte con los visitantes dos obras incorporadas hace poco a sus fondos. Además, dentro del ámbito de la Red Foral de Museos, la sala Amárica acoge hasta principios de septiembre Alberto Schommer. Contemporáneos, que al poco de inaugurarse en invierno tuvo que ser cerrada por el covid-19.

En el caso de Montehermoso, son dos nombres propios los que centran sus propuestas expositivas, en ambos casos además jóvenes. Por un lado, justo hasta dentro de una semana, Claudia Rebeca Lorenzo se encuentra presentando Achanta la mui. Además, en lo alto de la colina también se encuentra Urlo, propuesta de Irene Carmona. Las dos muestras tenían que haber sucedido antes en el tiempo, pero el cierre del centro cultural hasta mediados de junio obligó a cambiar toda la agenda.

En lo que respecta a la Fundación Vital, su espacio expositivo de mayores dimensiones -los otros dos se encuentran descansando en agosto- está acogiendo a lo largo de estos meses de verano Armonías en blanco y negro, una muestra que parte de la colección Los Bragales y en la que las obras tienen el blanco y negro como común denominador.

Pero más allá de los locales dependientes de instituciones y fundaciones, también hay otras propuestas expositivas a las que el público se puede acercar en estas semanas de teórico periodo vacacional para la gran mayoría. Es el caso de ¶espazioa, que hasta el próximo día 31 está acogiendo De una en unoen la que se reúnen fotografías de diferentes proyectos elaborados por el artista en los últimos años, algunos de ellos todavía inéditos para los espectadores. O de Zuloa, donde se mantiene hasta el 5 de septiembre I want to believe, otra propuesta que se vio afectada por la aparición del covid-19 tras inaugurarse en marzo. Esto sin perder de vista las propuestas que se están realizando en locales hosteleros, como es el caso de El viajero y su sombra de Aitziber Barriga en The Tap, y de El viajero y su sombraSic transit. Además, cabe recordar que aunque Zas tiene su sede física cerrada en agosto, mantiene su actividad a través de su página web.