Durango - Cada día, Zea Mays muestra orgulloso en la Azoka Hogei urte, un proyecto que incluye remezclas de sus canciones a cargo de Belako, Grises, WAS o El_Txef_A, un DVD de un concierto en directo de versiones compartidas con sus autores y hasta tres canciones junto a Euskadiko Orkestra Sinfonikoa, entre ellas Negua joan da ta. “Nos hemos dado un homenaje; y se ha compartido con amigos músicos que nos han ayudado e influenciado”, explican Aiora y Piti, que se reparten las respuestas en este entrevista.

Obligado acudir a la Azoka ¿no?

-Estamos todos los días, mañana y tarde, en nuestro txiringuito: Goienkale 60, firmando, vendiendo, charlando... Durango es un bonito escaparate para saber cómo está el pulso de nuestra cultura y una bonita ocasión para estar con artistas y con tu público, cara a cara. ¡Nos dejamos la pasta allí, como todo el mundo!

Veinte años. Resultará increíble para una banda como la suya, que empezó como un grupo de cuadrilla y sin pretensiones.

-Empezamos con la misma pretensión que ahora, la de disfrutar y hacer disfrutar con nuestra música. Para ello, hemos tenido que trabajar duro y con constancia. No se puede recoger nada sin sembrar y en el sector de la música, como en muchos otros, solamente con sembrar tampoco te aseguras nada. Gracias a que amamos nuestro grupo hemos conseguido llegar a estos saludables 20 años.

Tal y como está el panorama, hacen falta ganas para resistir. Parte del mérito también será del público ¿verdad?

-Como en todo, es muy importante sentirte apoyado y en eso somos unos privilegiados desde el principio. Si a eso le añadimos que poco a poco el volumen de seguidores ha ido en aumento disco a disco, es muy difícil no seguir en esta banda tan hermosa.

Últimamente ligada a la autogestión, ¿es más fácil sobrevivir con el control absoluto?

-Autogestión es libertad pero exige mucho tiempo y trabajo. La experiencia nos ha enseñado que nadie va a hacer tu trabajo con tanto cariño como tú. Ahora tenemos nuestra discográfica, Garden Records, de la que estamos muy orgullosos.

¿Cómo surge la idea de celebrar el aniversario? ¿Fue el deseo de salirse del carril marcado y ofrecer algo diferente a un directo o recopilatorio?

-Queríamos pegarnos un homenaje y compartirlo con gente que nos ha ayudado, influenciado y seguido. Se nos ocurrió y al ver que teníamos ganas y había posibilidades, hemos trabajado en este disco con mucha ilusión.

Lo más novedoso es el disco de remezclas. ¿Cómo surge la idea y se decide el repertorio y los remezcladores?

-Queríamos que 2017 fuese un año de celebración, así que decidimos publicar cada mes una remezcla y un pequeño video de las diferentes épocas que marcaron nuestros discos. Nos pusimos en contacto con diferentes artistas y les hicimos la propuesta para remezclar los temas. Al final, viendo la respuesta tan positiva y de tanta calidad, decidimos juntarlas y completar el disco.

¿Eligieron ellos la canción que remezclarían? ¿Les sugirieron cómo hacerlo o se dejó todo el trabajo en sus manos?

-Todos son amigos y conocidos y nos hemos aprovechado de ellos (risas). La gran mayoría han elegido ellos y solo a unos pocos les hemos sugerido alguna canción para que pudiesen estar representados todos los discos. Pero han tenido total libertad; nosotros les hemos pasado las pistas de las grabaciones originales y cada uno ha utilizado lo que ha visto oportuno. Unos han utilizado solo la voz, otros arreglos y voces, y otros han grabado instrumentos nuevos..

El DVD del concierto también es muy particular, ya que incluye versiones de grupos que les han marcado, caso de Dut, Doctor Deseo, Kashbad, Pilt, Eskorbuto o Cicatriz. ¿Qué une a esas bandas?

-Siempre nos ha gustado tocar versiones en directo; así aprendimos a hacer canciones. Para esta ocasión, en vez de invitar a un artista a cantar una canción nuestra, hemos hecho el esfuerzo de sacarnos una canción propia del invitado para que la cantara con nosotros. Así conseguimos hacer un concierto especial en el que todos nos sentíamos homenajeados.

El proyecto se completa con la participación de la Orquesta Sinfónica de Euskadi.

-Hemos estado casi dos años trabajando con este proyecto y cuando se nos presentó la oportunidad de trabajar con la orquesta fue ya lo máximo que podíamos pedir para acabar una bonita etapa. Se nos saltaron las lágrimas.

¿Cómo fue el trabajo con el reputado Fernando Velázquez?

-Cuando nos pasó los muestreos en Midi, solo pensábamos en darle abrazos y besos porque tenían ya toda la armonía desarrollada y ampliada al máximo. Con vida y mucha emoción. La experiencia ha sido increíble, nos han tratado de maravilla y eso se nota en los rostros, llenos de felicidad.

El próximo día 22 actuarán en el Kafe Antzokia. Sigue la gira normal o, en el caso de Bilbao, ¿habrá sorpresas?

-En otoño hemos hecho una gira estatal que ha sido brutal. Nos hemos llevado grandes sorpresas. ¡Y qué más se puede pedir que acabar el año que tocar en casa! El Antzoki siempre es especial y esta vez no va a ser menos. No vamos a adelantar nada pero prometemos que la gente va a salir como nueva, sin dolores ni molestias (risas).