Vitoria - Toda vez dentro, cuesta imaginar la propuesta si no es en el antiguo Depósito de Aguas, más allá de que a priori asalten las dudas sobre la acústica del espacio. Pero se despejan rápido. Es más, la instalación suena incluso demasiado bien. Sonido, imagen y lugar terminan por generar una atmósfera atrapante sin demasiado esfuerzo. Eso a pesar de que cada área tiene sus características, desarrollos y reclamos. Doppler Eco Tac devuelve a la artista Miriam Isasi a su ciudad natal. Lo hace hasta el 14 de mayo para poner punto final a las muestras relacionadas con la convocatoria de 2016 de las ayudas a proyectos artísticos impulsada por Montehermoso.
Cuesta creer que el proyecto ya terminado tenga como punto de partida la física. La resonancia magnética emplea imanes y ondas de radio potentes para crear imágenes del cuerpo. Esto se realiza mediante el efecto Doppler, que consiste en que cuando un objeto se aleja o se acerca a una persona, el sonido que emite varía en su frecuencia. Es decir, lo que le sucede a cualquier persona cuando se cruza con una ambulancia, que el sonido de la misma se percibe más agudo dependiendo de la posición. Así, los ultrasonidos que rebotan en la sangre son diferentes según la dirección y la velocidad del flujo de sangre. Mediante estas alteraciones en las ondas de ultrasonido, el ecógrafo puede interpretarlas y asignar un color concreto para cada frecuencia.
Partiendo de ahí, Isasi, con la ayuda del compositor Joan Espasa, tradujo a una partitura datos resultantes de una determinada vivencia personal, notas y melodías grabadas en el Teatro Barakaldo con la participación de intérpretes como Ainara LeGardon, Izadi Vélez de Mendizabal y Mario Sarramián, entre otros. Al mismo tiempo, la artista e investigadora llevó a cabo cinco vídeos que se emiten ahora en comunión con la música de manera sucesiva conformando un concierto visual que tiene por temática un proceso de pérdida temporal de la visión o amaurosis fugaz.
De esta forma, en la semi oscuridad del Depósito de Aguas se disponen cinco grandes pantallas que se van dando el relevo, ventanas que reclaman del espectador moverse por un espacio salpicado también de palabras, papeles y objetos. A todo ello se suma el testimonio en vídeo de la grabación de esta banda sonora de origen singular. “Ya sé que hoy vamos todos a ritmos muy rápidos por la vida, pero en esta pieza manda el latido normal del corazón, no nuestra taquicardia diaria; así que recomendaría a la gente que venga que lo haga con tranquilidad y, en la medida de lo posible, con intimidad”, apunta la autora.
No en vano, y aquí el espacio ubicado en Montehermoso reclama su protagonismo, el contexto parece querer exigir ese recogimiento mencionado. “Llegar hasta aquí es producto de un proceso que, para mí, ha sido muy largo y rico”, relata Isasi, que considera que Doppler Eco Tac le ha dado no pocos “momentos únicos”. Ahora, de todas formas, es el momento del público, de quienes se acerquen hasta el centro cultural. Eso sí, también habrá tiempo para dos actividades paralelas. Hoy a las 20.30 horas habrá un concierto en el atrio en el que se interpretará la partitura sobre la que se basa el proyecto. Además, el viernes 17, de 18. a 20.00 horas, se llevará a cabo un taller-visita que trabajará los contenidos de la exposición. Está dirigido a personas mayores de 15 años, siendo la inscripción gratuita.