Los proyectos se le multiplican. Mientras prepara sus dos próximas exposiciones a principios de 2015 en Madrid y una tercera propuesta compartida, Irantzu Lekue convierte estas semanas en realidad el proyecto artístico IndiaSensations. “Ahora mismo tengo saturación de ideas”, dice con una sonrisa. Pasos paralelos que ni quieren ni pueden pararse.

Lo más inmediato pasa por terminar de dar forma y fondo a una propuesta multidisciplinar nacida de la estancia en India. “Mi idea inicial era sacar fotografías”, aunque ya allí los elementos fueron sumándose casi sin querer. “Ante todo, lo que pretendo es generar sensaciones” y para ello servirse de esas instantáneas pero también de objetos recolectados en distintas zonas del país, imágenes, sonidos... “El resultado tiene que ser accesible e interactivo, que puedas tocar y sentir estas experiencias o, por lo menos, una parte”.

Atraída “desde siempre” por este lugar del mundo, este 2014 que ahora termina le ha dado la posibilidad de acudir a él. “Fue gracioso porque lo primero que me pasó es que en todos los sitios me habían tomado por un hombre, mister Irantzu”, recuerda, al tiempo que describe que “todo el mundo se quería sacar fotos conmigo porque les atraía mucho el tipo de piel; además, los hoyuelos dicen que dan buena suerte”.

Allí se encontró con “otro mundo, lleno de contrastes, de olores, de colores... todo me llamaba mucho la atención”. Su punto de interés se centró en las mujeres. “Siempre he trabajado con proyectos de contenido social y últimamente estoy dándole muchas vueltas a la condición de la mujer en nuestra sociedad. En esta cultura, lo que le sucede a ella destaca. Primero porque, no quieren tener niñas. Y segundo porque, a partir de ahí, la suya es una vida de sometimiento”.

De esa mirada curiosa, de ese afán por “recolectar” objetos “que no son para guiris”, de lo observado en rituales como el Diwali (Festividad de la Luz) apareció IndiaSensations. “Limpian las casas, hacen como un cambio de vida con el fin de que la diosa Lakshmí entre en sus casas y se quede todo el año para darles prosperidad. Eso me llamó mucho la atención. También la forma de vestir, las esencias...”, vibraciones que ahora lleva a la creación artística, un proceso donde tienen especial importancia los rangolis, diseños decorativos que, en principio, se hacen en el suelo de las salas de estar.

De hecho, en Gasteiz se está completando el proyecto con la realización de varios de estos rangolis en el exterior de algunos espacios artísticos castigados por los efectos de la crisis económica. “Es una reivindicación para que de prosperidad a estos lugares”, apunta.

Todavía no hay fecha, pero sí contactos para que el público pueda ver el resultado final en Montehermoso, un lugar al que Lekue tiene un especial cariño puesto que ya ha expuesto en el centro cultural, aunque la idea es repetir en otros puntos de Euskal Herria.

Ahí no queda la cosa. En febrero pondrá camino a ArtMadrid. En el Palacio Cibeles tomará parte, junto a otras seis personas, en un proyecto orientado a gente con discapacidades. “La única condición que me han puesto es el hecho de que o trate el tema de la discapacidad o que sean obras accesibles” a lo que ella responderá con una obra pictórica con texturas. También a principios de año, la convocatoria Lacolect contará con ella a través de varias piezas audiovisuales realizadas en el último año con el agua como protagonista, ya sea en calma o embravecida.

Todo ello mientras, junto a Estibaliz Pereda, se encuentra inmersa en la realización de una instalación artística “sobre un proyecto que va a hablar de la bulimia”. No hay tiempo para el descanso.