Vitoria. El final del camino ya se acerca. Dos años después de que la txapela alavesa conociera a su última ganadora, el certamen individual del bertso alavés se prepara para entonar sus últimas improvisaciones. Las mejores rimas subirán al escenario del Principal vitoriano el próximo 2 de abril en una cita que arrancará a las 17.30 horas y que este pasado fin de semana cerró el nombre de los seis contendientes que se disputarán el honor de ser, hasta por lo menos 2013, el o la mejor del herrialde.

Aramaio y Agurain dictaron sentencia este sábado y domingo respectivamente tras la primera semifinal celebrada en Zigoitia el pasado 13. De los 30 bertsolaris que comenzaron la andadura hace ya unos meses, sólo quedan seis y entre ellos casi no hay ninguna sorpresa. De hecho, con respecto a las dos últimas finales, la fotografía es casi calcada. Esta vez, la novedad la representa el joven Ander Solozabal, el único que se estrena en estas lides con el complicado papel de verse las caras con unos contrincantes que, casi en su mayoría, saben lo que es imponer sus habilidades para ganar al resto de compañeros del territorio.

Y es que ahí estará, por ejemplo, Asier Otamendi, el gran dominador del certamen en la última década. Sin olvidar a Zigor Enbeita, otro que sabe lo que es subirse a lo más alto del podio y eso que faltó en la final de 2009. Por no hablar de Oihane Perea, la actual poseedora del título y la única mujer en liza.

Junto a estos cuatro nombres estarán otros dos que son más que habituales en las finales del Campeonato de Bertsolaris de Álava y que siempre están ahí en las apuestas. El que más, sin duda, Manex Agirre, que ya sabe lo que es quedarse a las puertas de triunfar y que en todas las finales cuenta con una legión de aguerridos y sonoros seguidores en la capital alavesa. Otro habitual es Iñaki Viñaspre, que en el último lustro ha sido una voz fija en el cartel a la espera de dar la sorpresa.

Los seis, y el público, ya saben dónde y cuándo se verán las caras una vez más. Para que llegue el 2 de abril no queda tanto como parece. La txapela busca bertsolari.