El agónico vídeo del paracaidista que se queda enganchado al avión a 4.500 metros de altura
El deportista pudo cortar las cuerdas del paracaídas de reserva con un cuchillo y llegar a tierra con heridas leves
Cuando se habla de deportes de riesgo es porque, aunque es cierto que suelen contar con importantes medidas de seguridad, un fallo humano puede ser fatal, porque en muchos de ellos quienes los practican se lanzan desde mucha altura, con el peligro que ello conlleva.
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Uno de esos deportes de riesgo más populares es el paracaidismo. No es una disciplina nueva, ya que se lleva practicando desde hace muchas décadas y supone una importante descarga de adrenalina para quienes lo practican. Indudablemente, aunque haya otro paracaídas de emergencia por si falla el principal, que incluso se abriría en caso de desvanecimiento del deportista, los accidentes son inevitables. Algunos de ellos acaban en fuertes golpes por caer en lugares complicados o imprevistos, y otros, aunque sean una minoría, desgraciadamente terminan con un fallecimiento.
La angustia de un paracaidista
Por suerte no es el caso de Adrian Ferguson, que lo puede contar, aunque su angustiosa experiencia seguro que la recordará de por vida, porque a buen seguro que vio cerca la muerte. El suceso ocurrió el 20 de septiembre, pero ha trascendido ahora tras ser confirmado por la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) y rápidamente se ha viralizado en redes sociales.
Una avioneta Cessna Caravan subió a 17 paracaidistas para un salto de formación sobre el aeropuerto de Tully, en el estado de Queensland, al norte de Australia. Cuando la aeronave alcanzó la altura de 15.000 pies, o 4.500 metros, llegó el momento de saltar, pero algo falló para Ferguson.
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Según informa Efe, al iniciarse la maniobra de salida, el asa del paracaídas de reserva se enganchó en el flap del ala, provocando su despliegue inmediato. El paracaidista fue arrastrado hacia atrás y golpeó con las piernas el estabilizador horizontal izquierdo, que sufrió daños importantes, mientras el paracaídas quedaba enredado en la cola del avión, dejándolo colgado bajo la aeronave.
"El piloto notó que el avión se encabritaba de forma repentina y que la velocidad disminuía rápidamente", explicó el comisionado jefe de la ATSB, Angus Mitchell, en un comunicado.
Un cuchillo salvador
Inicialmente creyó que se trataba de un error, pero al ser informado de que había un paracaidista atrapado en la cola, redujo potencia para intentar mantener el control. Mientras 13 paracaidistas abandonaban el avión por seguridad, otros dos permanecieron observando cómo el afectado utilizaba un cuchillo especial para cortar hasta 11 líneas del paracaídas de reserva. En menos de un minuto consiguió liberarse, entrar en caída libre y abrir su paracaídas principal, con el que aterrizó con lesiones menores.
El piloto, que llegó a declarar una señal de emergencia y se preparó para abandonar la aeronave si perdía el control, logró finalmente aterrizar de forma segura en Tully, pese a los daños sufridos en el estabilizador.
Vídeo para concienciar
La ATSB difundió un vídeo del incidente y subrayó la importancia de que los paracaidistas porten cuchillos de seguridad. "Llevar un cuchillo, aunque no sea obligatorio, puede salvar vidas en casos de despliegue prematuro del paracaídas de reserva", señaló Mitchell.
El organismo también indicó que, aunque no influyó directamente en el accidente, la investigación detectó deficiencias en los cálculos de peso y centrado de la aeronave, recordando que errores en este aspecto han causado accidentes mortales en el pasado.
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