China lanzó al espacio el 29 de abril un cohete. Ahora, ese mismo cohete está orbitando de manera descontrolada sobre la Tierra. El mundo está pendiente de dónde y cuándo caerán los restos del cohete chino fuera de control. Los fragmentos del cohete, tan alto como un edificio de 18 pisos y un peso de 22,5 toneladas, podrían caer el próximo 8 de mayo, sábado, y España está entre los países alertados.

Varios factores, como la enorme velocidad a la que viajan los escombros y las fluctuaciones atmosféricas, hacen imposible predecir su trayectoria con exactitud hasta pocas horas antes del reingreso en la atmósfera terrestre y aunque las probabilidades son escasísimas, también una parte de Álava, en la zona sur y Trebiño, está entre las zonas contempladas para la caída.

Se trata del cohete Long March 5B, que se lanzó al espacio para poner en órbita la primera sección de la estación espacial china el pasado 29 de abril. En un principio la nave debería haber aterrizado en un lugar seguro, pero los cálculos no fueron según lo previsto y ahora está orbitando la Tierra sin control.

¿Cómo es posible que poseyendo tecnologías capaces de volar en otros planetas o aterrizar en la cara oculta de la Luna no se pueda saber con exactitud dónde y cuándo aterrizarán estos restos? "En la actualidad no hay forma de predecir ni el punto de caída ni el momento de la misma con la tecnología actual. Esto se debe a que ambas cosas dependen críticamente de la interacción del cohete (que es basura espacial) con la atmósfera terrestre", explica a ABC José María Madiedo, astrofísico del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).

Por el momento, el único plan que existe es hacer un seguimiento del cohete hasta que la incertidumbre en los parámetros implicados en los cálculos sea lo suficientemente pequeña como para poder predecir de forma fiable el momento y el punto de caída, señala el experto. Y eso ocurrirá unas 8 horas antes del impacto. Si bien ya existen horquillas de predicción que sitúan la llegada de los escombros entre el día 7 y el 10 de mayo (aunque la mayoría de predicciones apuntan al sábado 8).

El Pentágono rastrea el cohete

El Pentágono está intentando rastrear el cohete. De momento sí saben que ha orbitando a la altura de Nueva York, Madrid o Pekín pero saber el punto de entrada aún es difícil debido a la gran velocidad a la que se desplaza. En un comunicado, el portavoz del Departamento de Defensa, Mike Howard, ha asegurado que el rastreo está en manos del Comando Espacial de Estados Unidos.

El cohete no caería entero, solo una parte intermedia es la que está sin control y está ese fragmentaría y en partes más pequeñas, muchas de las cuales arderían, pero hay temor a que alguna de estas piezas pueda impactar en una zona habitada. Los expertos, no obstante, llaman a la tranquilidad. Jonathan McDowell del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, que se muestra optimista "No creo que la gente deba tomar precauciones. El riesgo de que haya algún daño o de que golpee a alguien es bastante pequeño" ha dicho a la CNN. Él va a haciendo el seguimiento del cohete a través de sus redes sociales.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha asegurado a Antena 3 Noticias que hay pocas certezas de dónde caerá aunque reconocen que en el radio afectado hay zonas de Italia, Portugal, Grecia o España. "La probabilidad de que los restos caigan en Madrid es tremendamente pequeña, casi nula. Los restos del cohete pueden precipitarse en cualquier parte del mundo, dentro de una franja que supera los 40 grados a norte y sur del ecuador terrestre. Teniendo en cuenta que aproximadamente el 70% de esa franja de la Tierra está cubierta de agua, el escenario más probable es que la caída tenga lugar en el mar", afirma Madiedo.

El astrofísico explica que, además, hay que tener en cuenta que, de caer en tierra firme, "los núcleos habitados son una pequeña porción de ésta, con lo cual la probabilidad de que los fragmentos cayesen en una zona habitada son muy escasas". "Que ese impacto se produzca en Madrid sería menos probable que ganar una primitiva", pone como ejemplo. Según los cálculos ofrecidos por La Sexta, la probabilidad de que caiga en Madrid es de un 0,003, y en Andalucía, de un 0,04. "Lo más probable es que caiga en el mar o en una zona que no esté poblada", coincide Michael Kueppers, científico de la Agencia Espacial Europea, en declaraciones a La Sexta.

El problema principal para los expertos del Pentágono, es que el cohete es de gran tamaño y al no poder determinar con exactitud donde impactará, la preocupación porque algunas de sus piezas no se desintegren al entrar en la atmósfera, es alta. Esto podría provocar grandes daños si caen en zonas habitadas, que es el principal temor. No sería, en todo caso, la primera vez que cae basura especial en España. Hace seis años dos esferas cayeron en un campo de Murcia sin causar daños.

China niega que exista algún peligro

Según las autoridades chinas, la probabilidad que el artefacto impacte en un lugar habitado, es nula. De hecho, los analistas espaciales chinos explican que la llegada de "basura espacial" a la Tierra es común y que "la afirmación del Pentágono de que los restos del cohete están volando de regreso fuera de control y pueden causar daños si impactan en áreas habitadas no es más que la exageración occidental de la 'amenaza de China' en el avance de la tecnología espacial". Los expertos confían en que China logre algún control sobre el cohete y pueda dirigirlo al Océano Pacífico.