Una dieta equilibrada, un estilo de vida sano y practicar ejercicio físico son los tres pilares básicos para disfrutar de una vida saludable. Proporcionarle a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita contribuirá a que todo funcione correctamente.

Si queremos controlar nuestro peso, debemos vigilar de cerca las calorías que ingerimos y nunca deben ser más que las que gastamos. Así, es conveniente ajustar las raciones de comida a nuestra actividad diaria.

Una alimentación equilibrada debe ser adecuada, de calidad, suficiente, armónica y variada. En esta línea, encontramos la regla del 5A entre cuyas propiedades destacan su aporte de energía, un fortalecimiento del sistema inmunológico, una mayor longevidad y un mejor control del peso. Además, prestando atención a lo que comemos mantendremos a raya la inflamación, la oxidación, la hiperglucemia, la disbiosis y los tóxicos que tanto perjudican a nuestra salud.

Los alimentos incluidos en esta regla del 5A son muy variados y garantizan un equilibrio entre grasas, carbohidratos y proteínas y en ella no hay sitio para ultraprocesados, refrescos azucarados ni bollería industrial.

Este método sirve para reforzar nuestras defensas y aumentar nuestra energía a partir de los alimentos que ingerimos y estos se pueden distribuir en cinco grupos denominados cada uno de ellos por una palabra cuya primera letra es la A. Estos son:

- Antiinflamatorios. La inflamación crónica puede ser una de las causas de enfermedades como el cáncer o el Alzheimer. Son alimentos antiinflamatorios el pescado rico en ácidos grasos omega 3 como el salmón o la trucha, el aceite de oliva, las verduras de hoja verde como las acelgas o las espinacas y las especias como la cúrcuma.

- Antioxidantes. La oxidación celular causa el envejecimiento del organismo. Entre los alimentos antioxidantes destacan las hortalizas, las frutas ricas en vitamina C, los cereales, las legumbres, el cacao, los frutos secos o las semillas.

Frutas, verduras y hortalizas no pueden faltar en la 'regla de las 5A'

- Antihiperglucemiantes. Son alimentos que no elevan los niveles de azúcar en sangre. Son ricos en fibra, firmes e integrales, de sabor ácido y ricos en omega 3. Es el caso de las semillas de chía, mango, manzana, arándanos o aguacate, así como legumbres como los garbanzos o las lentejas.

- Antidisbiosis. Ayudan a evitar que los microorganismos se desequilibren en el intestino. Son alimentos ricos en prebióticos como frutas y verduras frescas y de temporada, tubérculos o semillas, o en probióticos como yogures o vegetales lactofermentados.

- Antitóxicos. Son alimentos orgánicos, frescos, bien conservados y cocidos a bajas temperaturas. Es el caso del té verde o el jengibre.

Bajar de peso, comer sano y ganar en salud son tres deseos muy comunes entre la población y esta regla del 5A se presenta como una buena opción para conseguirlo. Entender la nutrición de una forma sana y equilibrada te permitirá tener más energía y vivir mejor.