Por muy habitual que sea la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), en realidad no resulta tan fácil como parece superar esta revisión. Independientemente de que el vehículo funcione perfectamente y se encuentre en buen estado: hay ciertos detalles, todos muy pequeños, que pueden marcar la diferencia a la hora de pasar este examen.
Cabe recordar que esta revisión va más allá de que el automóvil en cuestión pueda circular en buenas condiciones, ya que se comprueban algunos aspectos a los que no se les da atención suficiente y que hacen posible la seguridad en la circulación.
“Pequeños detalles que condicionan todo”
Ante esta situación, Román Álvarez, conocido @romanalvarez.perito, un abogado con mucha presencia en redes sociales, afirma que “hay detalles muy pequeños que condicionan todo”.
Según explica en un vídeo reciente, la gran mayoría de suspensos en la ITV se deben principalmente a pequeñas cuestiones técnicas que, en teoría, no parecen tan importantes hasta que se detectan.
Rótulas y silentblocks
El primer detalle a tener en cuenta es el desgaste irregular en rótulas y silentblocks. En palabras de este creador de contenido, son holguras pequeñas en suspensión y dirección que pueden provocar fallos, aunque no se note nada conduciendo.
Neumáticos
Otro punto a tratar en esta materia son las diferencias en neumáticos del mismo eje en el coche. Consiste en un pequeño desajuste entre las ruedas delanteras y traseras que puede marcar la diferencia entre aprobar y superar la prueba.
Faros y ópticas
También tenemos que prestar atención a los faros y ópticas no homologadas. De acuerdo con este experto, no basta con que funcionen: si las lámparas no son las correctas, están mal alineadas o cambian el color original, puede ser motivo de suspense en la ITV.
Corrosión en el chasis
El cuarto punto a tratar es la corrosión en puntos críticos del chasis. La ITV se encarga de revisar que los anclajes de suspensión, los travesaños y el subchasis no se vean con corrosión que puedan afectar la seguridad del vehículo.
Cambios no certificados
El último aspecto tiene que ver con las señales de modificaciones no certificadas. Es decir, el escape de los amortiguadores, la iluminación o la dirección modificados sin haberlas homologado, aunque funcionen, pueden invalidar la ITV.
¿Qué es la ITV?
La ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es un trámite que deben hacer obligatoriamente todos los automóviles. Su objetivo es claro: comprobar que cumplen con las exigencias mínimas necesarias para así poder circular con seguridad.
Además de la seguridad de los coches para evitar el riesgo de accidentes, se detectan fallos mecánicos y se controlan los niveles de contaminación, entre otros aspectos
Aunque la revisión depende del tipo de vehículo y su antigüedad, siempre se someten a revisión criterios como los frenos, las luces, los neumáticos o la dirección.
En caso de que se suspenda la inspección, es obligatorio pasar otra vez la ITV para poder circular correctamente con el vehículo. De este modo, se evitan multas y se conduce en buenas condiciones por la vía.