Galbiati, todavía en busca de la fórmula ganadora
Superados ya los 100 días en Vitoria, el entrenador italiano se muestra muy intervencionista en todos los partidos sin que el Baskonia haya alcanzado el nivel deseado
Cumplidos ya más de 100 días al frente del Baskonia desde que el club vitoriano hiciera pública su contratación el pasado 8 de agosto –eso sí, de manera extraoficial ya se conocía su aterrizaje desde primeros de julio a la espera de la desvinculación de Pablo Laso,– Paolo Galbiati continúa buscando las fórmulas que hagan del Baskonia un conjunto ganador.
Todo el mundo era consciente de que el técnico italiano no lo tendría fácil para triunfar en una plaza complicada como la del Buesa Arena y este arranque de temporada ha confirmado dichos presagios.
Su trabajo a destajo está careciendo de la recompensa de los resultados deseados por todos, sobre todo lejos del Buesa Arena, y su atractiva propuesta baloncestística aún necesita pulirse mientras salta a la vista que no dispone de todas las piezas necesarias para poder seguir dando pasos hacia adelante.
Diakite: "Es el momento de tomar impulso"
La búsqueda de un sello a nivel defensivo se mantiene como una asignatura pendiente y el firme deseo de poner en práctica un baloncesto rápido, dinámico y con muchas posesiones choca, por ejemplo, con las dificultades en el cierre del rebote. Las lesiones tampoco le han ayudado a acelerar la puesta a punto de un Baskonia demasiado rezagado tanto en la ACB como la Euroliga.
Si algo está dejando claro Galbiati en sus primeros pasos al frente del Baskonia es que es un técnico muy intervencionista que quiere implicar a todos sus jugadores en la rotación. Incluso los jóvenes Joksimovic y Hrbar ya han debutado esta temporada bajo sus órdenes.
Reparto equilibrado de los minutos
Aunque los resultados no están respaldando del todo su labor con un porcentaje de victorias inferior al de Pablo Laso a estas mismas alturas de la pasada temporada, el italiano trata de implementar ideas innovadoras a las que el público en Vitoria no estaba acostumbrado. Básicamente porque, tal y como dejó claro desde su misma presentación, aspira a extraer el máximo jugo a una plantilla inexperta y con carencias evidentes en el juego interior y el lanzamiento desde el 6,75.
En la filosofía de Galbiati sobresale el hecho de que prácticamente ninguno de sus jugadores permanece más de 27-28 minutos en pista. Nada que ver, por ejemplo, con otros técnicos que han pasado por el Buesa Arena y no dudaban en definir con claridad su núcleo duro a las primeras de cambio.
El Baskonia, un visitante de cristal
Solo Luwawu-Cabarrot se incrusta entre los más alineados en la ACB –el sexto– y la Euroliga –decimonoveno–, mientras que el resto ocupa posiciones rezagadas en un claro intento de Galbiati por utilizar todo el fondo de armario.
Queda claro que las alternativas en la zona son mucho más reducidas desde la rescisión de contrato de Samanic, pero el adiós del croata no ha significado que Diop o Diakite estén disponiendo de un protagonismo desmedido.
Exceptuando el elegante alero francés, quien se ha destapado como el líder del Baskonia ante la lesión de Forrest o el bajo momento de confianza que atraviesa Howard, anida la sensación de que Galbiati controla con el cronómetro en la mano el minutaje de cada jugador.
El aval de la polivalencia
Tan solo Frisch y Villar no superan los 10 minutos de media entre las dos competiciones. Eso sí, la importancia del base catalán en el arranque de los partidos es capital al tratar de ejercer como secante de la estrella rival en el perímetro. Frisch, por su parte, es posiblemente el jugador al que más le está costando entrar en la dinámica colectiva con una participación muy inferior a la esperada tras dejar buenos destellos en pretemporada.
Temor a otro fracaso copero del Baskonia
Cada pupilo debe ganarse con el sudor de la frente los minutos y en este sentido también llama la atención que Galbiati utilice a ciertas piezas fuera de su posición habitual en algunos tramos de los partidos.
Simmons o Spagnolo pueden desenvolverse como base o escolta, Diallo es capaz de alternar el dos, el tres o incluso el cuatro en una clara apuesta del entrenador del Baskonia por el small ball, mientras que Tadas o Kurucs también son reciclados en cualquiera de las dos posiciones interiores.
Si algo está dejando claro Galbiati en sus primeros pasos al frente del Baskonia es que es un técnico con el deseo de implicar a prácticamente todos sus jugadores en la rotación; ni las lesiones ni la marcha de un Samanic aún sin recambio le han ayudado
Tampoco resulta sorprendente que Galbiati se guarde alguna baza en el banquillo en busca de un revulsivo con el partido bien avanzado. Tras permanecer atornillado al banquillo en la primera mitad, Nowell ya ha hecho acto de presencia en el tercer cuarto para tratar de alterar una dinámica negativa.
Por razones obvias, el transalpino tiene mucho trabajo por delante para hacer funcionar a un Baskonia obligado a renacer en un breve plazo de tiempo frente al Bayern y el Bilbao Basket al calor del Buesa Arena.