Nunn evita la heroica del Baskonia (84-86)
La estrella del Panathinaikos decide con 30 puntos y una genialidad sobre la bocina un encuentro al que el Baskonia, pese a sus carencias, fue capaz de regresar una y otra vez
El Baskoniase quedó ante el Panathinaikos a las puertas de sumar su primera victoria de la temporada en un encuentro caótico en el que los gasteiztarras mostraron deseo y buena actitud. Sin embargo, les faltó por tramos el colmillo y la calidad que sí tuvo un Kendrick Nunn estelar cuando decidió el partido sobre la bocina con una genialidad después de que Forrest igualara heroicamente el choque a cinco minutos del final tras recoger su propio rebote en un tiro libre.
El 1x1 del Baskonia - Panathinaikos: Varios señalados en el Baskonia
Galbiati, que sigue en busca de su quinteto titular, se inclinó en esta ocasión por Forrest, Howard, Diallo, Sedekerskis y Diakite, que en el arranque del encuentro sufrieron en los balances defensivos para defender a Nunn y Osman, encargados de colocar en el marcador el 3-9 inicial con sus acciones individuales en transición sin aparente esfuerzo.
La entrada de Nowell y Luwawu-Cabarrot a cancha dio al equipo otro aire en ataque y le permitió acercarse a dos puntos, pero de nuevo la falta de acierto desde el perímetro –erraron los siete primeros lanzamientos– y algunos errores en ataque impidieron a los alaveses tomar el mando del encuentro. Por el contrario, Nunn, Osman y TJ Shorts volvieron a estirar la ventaja diferente, que fue de 14-20 al término del primer cuarto después de que Luwawu-Cabarrot abriera la lata desde el perímetro para el Baskonia.
El imposible equilibrio interior en el Baskonia
En la reanudación, al Baskonia se le fueron acumulando los problemas, primero con dos triples consecutivos de Osman con los que el Panathinaikos elevó su renta por encima de los diez puntos y después con la tercera falta de Diop, que dejó al equipo debilitado por dentro, por donde ya estaba sufriendo.
Las flojas prestaciones defensivas de Diakite y Samanic empujaron a Galbiati a llevar el baloncesto de pequeños a su máxima expresión y llegó a colocar a Kurucs como pívot junto a Nowell, Forrest, Diallo y Luwawu-Cabarrot, reuniendo así a sus hombres más inspirados en ataque en un quinteto inédito que funcionó mejor de lo que cabría esperar.
Los alaveses impidieron que el Panathinaikos percutiera por dentro presionando arriba, robando balones y provocando faltas ofensivas, y en ataque encontraron fluidez con sus dos estiletes juntos, que recortaron distancias hasta los tres puntos con un parcial de 7-0. Eso sí, una polémica antideportiva señalada a Nowell en un triple de Juancho Hernangómez, muy protestada por el Buesa tras otras decisiones cuestionables, dio algo de oxígeno a los visitantes al descanso con el 36-42.
La imagen mostrada al final del segundo cuarto, en cualquier caso, era el camino a seguir y el Baskonia mantuvo esa versión al regreso de vestuarios, cuando entre Sedekerskis y Diakite lograron adelantar a los alaveses en el marcador por primera vez en el encuentro (43-42), obligando a Ataman a parar el encuentro.
El técnico turco puso toda la pólvora sobre el parqué con Shorts, Nunn, Osman y Juancho, que devolvieron el golpe a base de talento individual. El choque se convirtió en un duelo de individualidades entre Nowell y Nunn en el que, a pesar de alguna buena acción del baskonista, salió vencedor Nunn.
El Baskonia, al que se le comenzó a notar la fatiga, dejó de jugar en equipo y mover el balón y en ese duelo de uno contra uno, salió lógicamente perdedor. Tras varias malas decisiones que terminaron con canastas fáciles de Osman en transición, el Panathinaikos se colocó en un abrir y cerrar de ojos con una renta de 56-71 con la que se llegó al cuarto decisivo.
Con la miel en los labios
Aunque los de Galbiati perdieron gran parte de sus opciones en el tramo final del tercer cuarto, entraron en el último cuarto con la intención de plantar batalla. Un dos más uno de Rodions Kurucs, que tuvo un sólido debut como azulgrana, colocó a los alaveses a diez puntos (63-73).
El Panathinaikos, bien defendido por un Baskonia más enérgico, entró en una sequía anotadora que dio vida a los alaveses, que se colocaron a cinco tantos a tres minutos y medio del final (71-76). Nunn tiró él sólo del conjunto griego, muy errático, y pareció dejar sentenciado el duelo con el 73-82 a dos minutos del final. Sin embargo, los de Galbiati se negaron a tirar la toalla, se metieron en el partido con dos triples de Cabarrot y Diallo y, tras una buena defensa, se quedó con la última posesión y 81-84 en el marcador.
Los griegos optaron por hacer falta para evitar un triple y Forrest, en una fantástica acción desde la línea de personal, cogió su propio rebote para igualar el encuentro a 84 con 5 segundos en el reloj. En la última acción, sin embargo, apareció el estelar Nunn para estampar definitivamente su sello en el encuentro con una canasta de cinco metros sobre la bocina ante la defensa de Forrest y un Diallo que tal vez debió cometer la falta de la que aún disponían.