Tras haberse consumado la eliminación del Baskonia en cuartos de final del play off de la ACB al caer derrotado contra el Real Madrid y, por lo tanto, haber echado la persiana a la temporada 2024-25, es momento de valorar individualmente la aportación de cada uno de los componentes de la plantilla en un curso decepcionante y lleno de altibajos en cuanto a resultados y rendimiento.

Esa falta de consistencia como grupo se ha visto también reflejada en cada jugador. Todos han tenido sus grandes momentos a lo largo de la temporada, pero ha costado hacer coincidir esos picos de forma sobre la cancha y darle continuidad. Una vez analizada la campaña, es evidente que el Baskonia 2024-25 tenía talento y condiciones físicas, pero también una plantilla corta y piezas que no han terminado de encajar las unas con las otras.

El principal encargado de hacer funcionar los engranajes es, como siempre, el entrenador, y la primera temporada de Pablo Laso en el banquillo no ha cumplido con las expectativas que generó su regreso a Vitoria-Gasteiz. Es cierto que cuando llegó la plantilla estaba ya prácticamente terminada y no ha contado con un equipo construido a su gusto, pero sumar más derrotas que victorias (33-37 entre ambas competiciones) es un balance pobre para un técnico acostumbrado a ganarlo todo.

Su caché y méritos hacen que el club siga apostando por él para liderar el proyecto, pero lo cierto es que el juego del equipo no ha enamorado y su sello de identidad con una defensa muy intensa y ataques rápidos se ha visto en contadas ocasiones. Este verano podrá trabajar desde el principio junto a la dirección deportiva y contar con un equipo más a su medida, por lo que eso ya no será excusa el curso que viene.

Sus jugadores, eso sí, tampoco se lo han puesto fácil. Laso, un base muy cerebral en su etapa como jugador, ha tenido que lidiar con tres bases con muchas dificultades para comprender el juego y dirigir con solvencia el equipo.

Trent Forrest, el que mejor rendimiento ha ofrecido, tardó unos meses en adaptarse al ritmo y a las exigencias del baloncesto europeo. Una vez conseguido, se ha destapado como un base muy difícil de frenar en penetración y gran anotador y ha ido reduciendo su cuota de errores y pérdidas sin llegar a ser un director de juego cerebral.

Kamar Baldwin es más un exterior anotador que un base organizador de juego y no se ha visto todo su potencial a causa de las lesiones y el tiempo que tardó en obtener el pasaporte georgiano para poder jugar en la ACB junto a Howard y Forrest, mientras que Jaramaz, el más experimentado de los tres, no ha ofrecido garantías al timón en ningún momento y el equipo perdía fluidez cada vez que entraba en cancha.

El técnico gasteiztarra tampoco ha logrado sacarle partido a Markus Howard, que estaba llamado a volver a ser la gran estrella del equipo tras su renovación hasta 2028 y ha estado lejos de ser ese jugador imparable. Ya sea porque los compañeros no le han encontrado, porque ha estado más encajonado por los sistemas de Laso o simplemente porque no ha estado fino, la máquina de anotar de que enamoró a todo el continente ha aparecido con cuentagotas.

Además, no había un escolta puro como recambio, ya que han sido un combo como Baldwin o un alero como Luwawu-Cabarrot los que han ocupado habitualmente su hueco cuando no jugaba. El francés, pese a su versatilidad, se encuentra más cómodo como alero y ha jugado en todas las posiciones excepto en la de pívot en función de las necesidades del equipo, algo que tampoco le ha ayudado a tener las ideas claras.

Muchos aleros

Algo parecido se puede aplicar al resto de aleros, que también han jugado en diferentes puestos a lo largo del curso para cubrir agujeros o tener minutos lejos de la posición más poblada de la plantilla con Sedekerskis, Luwawu-Cabarrot, Rogkavopoulos, Raieste y Savkov. Los problemas musculares han vuelto a suponer un dolor de cabeza para Tadas, que cuando ha estado en plenitud física ha demostrado ser intocable, aunque aún tiene capacidad para ser más protagonista en ataque.

Rogkavopoulos, por su parte, ha sido una de las pocas noticias positivas de la campaña. El griego mejoró físicamente el pasado verano y este curso ha contado con mucho más protagonismo sin llegar a ser tampoco una de las puntas de lanza del equipo. Cuando ha estado en la cancha ha garantizado puntos y trabajo en el rebote, aunque aún comete errores fruto de su juventud.

Raieste también ha sido una navaja suiza para Laso, aunque ha entrado en momentos muy puntuales a la cancha principalmente para intentar anular a uno de los oponentes o cometer faltas tácticas. En su favor, ha mostrado algo más de valentía y acierto en ataque que en cursos anteriores.

En el puesto de ala-pívot, Moneke ha sido el claro titular. Completó un primer tramo de campaña excelente, demostrando ser uno de los mejores cuatros de Europa en penetración. Su incidencia ha ido cayendo con el paso de las semanas y ha terminado fatigado físicamente y posiblemente también mentalmente. El pensar en su futuro lejos de Vitoria puede que haya afectado a un jugador tan diferencial como anárquico.

La falta de alternativas tiene algo que ver con el alto minutaje asumido por el nigeriano. El joven Ndiaye no cumplió con los mínimos exigidos ni en la primera mitad de la temporada ni en su cesión en Granada, mientras que el tan esperado fichaje no llegó hasta diciembre con Samanic, que ha rendido más en el puesto de pívot que en el cuatro. El talento ofensivo del croata queda fuera de toda duda, pero lo ha mostrado con cuentagotas y en defensa y en el rebote apenas ha aportado.

Por último, la pareja de pívots Diop-Hall ha dejado luces y sombras. Khalifa Diop ha dado un claro paso al frente respecto a la temporada pasada y ha demostrado ser un interior válido para la Euroliga y la ACB, pero sus recursos en ataque son muy limitados y debe mejorar en los tiros libres para ser una amenaza mayor. También debe ser más duro en defensa, aunque en ese aspecto a estado mejor que un Donta Hall muy selectivo en sus esfuerzos atrás.

El estadounidense no ha dejado de producir tapones y mates espectaculares, pero en muchas ocasiones ha jugado a medio gas y ha dado la sensación de que su principal motivación era precisamente esa creación de highlights. Tiene condiciones atléticas privilegiadas y mejor mano que Diop, pero sufre ante pívots más pesados.

Pavel Savkov y Joseba Querejeta, por su parte, han tenido un papel residual en un año de constantes altibajos la plantilla azulgrana.

1x1 de la temporada 2024/25:

Pablo Laso

SIN EL EFECTO DESEADO. No ha logrado mantener la ilusión generada con su fichaje. Los resultados no han sido buenos y no ha conseguido domar la plantilla e implantar su sello. Este verano sí podrá participar más en la confección del equipo.

Trent Forrest

DE MENOS A MÁS. Le costó varios meses adaptarse al ritmo del baloncesto europeo, pero luego se convirtió en el dueño y señor de la dirección. El talento ofensivo, gran juego de pies y poderoso físico se ha mezclado en ocasiones con decisiones desquiciantes y fragilidad atrás.

Kamar Baldwin

MUCHAS DIFICULTADES. No ha sido el prolífico anotador que demostró ser en la Eurocup, aunque es cierto que ha tenido muchos contratiempos como la falta de pasaporte en el inicio o dos lesiones de larga duración al final. No ha terminado de estar cómodo en el puesto de base.

Ognjen Jaramaz

PARCHE. Rendimiento muy pobre, peor aún que en el Bayern y el Partizan. Con 1,5 créditos de valoración de media, tuvo algo de protagonismo hasta que Baldwin consiguió el pasaporte georgiano y durante sus lesiones para dar descanso a Forrest, pero el equipo se caía en sus minutos en pista.

Joseba Querejeta

DEBUT EUROPEO. Ayudó a completar las convocatorias cuando la enfermería se llenaba y obtuvo el premio a su compromiso con su debut en la Euroliga, donde disputó sus dos únicos partidos del curso y anotó una primera canasta que nunca olvidará ante el Asvel.

Markus Howard

VERSIÓN TERRENAL. Ha pasado de ser el máximo anotador de ambas competiciones el curso pasado a una campaña más discreta en cuando a números y porcentajes de acierto que no justifica el esfuerzo que realizó el club para renovarle. En defensa sigue siendo un hándicap.

Pavel Savkov

AÚN VERDE. Ha disputado once partidos en la ACB y en la Euroliga, la mayoría entrando en cancha con el partido ya resuelto. Ha mostrado desparpajo y buena muñeca desde fuera, pero aún le falta rodaje y mejorar su físico. Su función ha sido cumplir con los cupos de la ACB.

Luwawu-Cabarrot

CUMPLIDOR. Durante la pretemporada apuntaba a ser uno de los referentes del equipo, pero no ha conseguido ser diferencial. Ha sido una pieza útil por su versatilidad y aportación en ambos lados de la cancha y uno de los más regulares, aunque sin grandes exhibiciones. 

Nikos Rogkavopoulos

GATILLO FÁCIL. Ha dado un claro paso adelante respecto a su primer año en Vitoria y ha aportado energía bajo los aros y puntos siempre que salía a la cancha pese a no estar entre los jugadores más utilizados. Debe pulir sus despistes y ser más ordenado tácticamente.

Sander Raieste

ESCASO MINUTAJE. Sigue siendo utilizado como especialista defensivo para elevar la intensidad en momentos puntuales de los partidos. Ha completado su mejor curso en cuanto a tiro exterior, donde se ha mostrado más valiente. El club deberá decidir si con eso basta. 

Tadas Sedekerskis

CONDICIONADO. Cuando ha estado físicamente en plenitud, ha ejercido de líder, dando ejemplo con su esfuerzo y disciplina. Sin embargo, sus problemas musculares lo han condicionado y le costó recuperar su nivel tras su lesión de enero. En ataque tal vez le falte dar un paso más.

Ousmane Ndiaye

PASO ATRÁS. En su primera temporada en el primer equipo, no ha convencido. Tras aparecer en los encuentros iniciales del curso, se quedó fuera de la rotación y se marchó cedido al Granada, donde tuvo menor incidencia que en su primera experiencia en ACB con el Palencia.

Chima Moneke

VERSO LIBRE. Aunque individualista, fue el gran referente ofensivo del equipo durante la primera mitad de la temporada con auténticas exhibiciones, pero, ya sea por la fatiga o por un cambio en la jerarquía, asumió menos responsabilidad en el tramo final y sus números cayeron.

Luka Samanic

INDESCIFRABLE. Nadie pone en duda su enorme talento ofensivo, que ha visto la luz con cuentagotas. Ha sido más diferencial jugando como pívot que como ala-pívot, siendo la eliminatoria contra el Madrid un gran ejemplo de ello. Ha estado blando en tareas defensivas.

Khalifa Diop

MEJORÍA INSUFICIENTE. Su segundo año en Vitoria ha sido claramente mejor que el primero. Ha jugado con asiduidad y ha sumado en el rebote, en defensa y en las acciones de bloqueo y continuación, aunque hay que exigirle más. Urge mejorar sus números en el tiro libre.

Donta Hall

EFECTISTA. Posiblemente el jugador con mayor capacidad de realizar mates y tapones espectaculares de Europa. Vuela, pero sufre ante pívots más pesados que él y le cuesta ponerse el mono de trabajo en defensa. Cuando está motivado y centrado, marca diferencias.