La segunda derrota en la serie de cuartos de final del play off de la ACB ante el Real Madrid será la última del curso 2024-25, que ya ha terminado definitivamente para el Baskonia. De esta manera amarga se pone fin a una temporada de escasas alegrías y muchos sinsabores para el conjunto azulgrana, que no ha logrado cumplir con las expectativas que se generaron durante el verano.

La contratación hace un año de Pablo Laso, uno de los entrenadores más exitosos de Europa y con capacidades de sobra contrastadas, unida a las renovaciones de Howard y Sedekerskis, fueron ambiciosas operaciones con los que se recuperó la ilusión del baskonismo después de un flojo curso 2023-24. Llamado a ser el entrenador de la estabilidad al haber firmado un contrato hasta 2027, algo totalmente inusual en la entidad de Zurbano, sí que ha logrado mantenerse en el banquillo a lo largo de toda la campaña, pero no ha conseguido mejorar el rendimiento del equipo del ejercicio anterior.

VÍDEO: Entrevista a Pablo Laso, entrenador del Baskonia Asier Pérez

Además del técnico gasteiztarra, en verano llegaron tres nuevos bases de perfiles diferentes como Trent Forrest, Kamar Baldwin y Ognjen Jaramaz, un alero contrastado y referente en el Asvel como Timothé Luwawu-Cabarrot y un portento físico como Donta Hall para el puesto de pívot, movimientos que apuntaban a tapar algunas de las carencias de la plantilla. Eso sí, generaron otros nuevos problemas como la escasa experiencia en el timón, la ausencia de interiores capaces de abrir la cancha o la falta de un ala-pívot de garantías para complementar a Moneke, algo que fue subsanado más adelante con el fichaje de un Samanic, que, en línea con el resto de sus compañeros, también ha tenido altibajos en su rendimiento.

El equipo no comenzó mal la temporada en la Euroliga con un balance inicial de 4 victorias y 2 derrotas, pero pronto quedó en evidencia que no era capaz de competir a buen nivel con regularidad en las dos competiciones.

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En imágenes: Ambientazo en el Baskonia - Real Madrid (¡Búscate en las fotos!) DNA

En la ACB los vitorianos, condicionados en el tramo inicial de la temporada por el límite de extracomunitarios hasta que Kamar Baldwin obtuvo la nacionalidad georgiana, quedaron pronto descolgados de la parte alta de la clasificación de la ACB. El fantasma de la Copa del Rey comenzó a sobrevolar las cabezas de los aficionados y el desastre se cristalizó al cerrar la primera vuelta en décima posición con 8 victorias y 9 derrotas, lo que supuso quedarse fuera de su torneo fetiche por cuarta vez en las últimas seis temporadas.

En la Euroliga, el equipo tampoco consiguió darle continuidad a su notable arranque y fue perdiendo fuelle y posiciones en la tabla con el paso de las jornadas hasta quedarse fuera de los puestos de play in. Al no estar entre los diez presupuestos más altos del máximo torneo continental, no sería justo exigir al Baskonia clasificarse cada temporada para el play off como consiguió en la campaña 2023-24 de la mano de Dusko Ivanovic, pero sí que se esperaba que diera algo más de guerra.

En datos

  • De nuevo sin Copa. El balance de 8 victorias y 9 derrotas en la primera vuelta, con sonados tropiezos en casa ante el Andorra y el Joventut o el correctivo sufrido en Girona (96-67), dejó al Baskonia fuera de la Copa del Rey por cuarta vez en seis años. 
  • 29 jornadas fuera del ‘Top 8’. El conjunto vitoriano no logró entrar en puestos de ‘play off’ hasta la jornada 30. Si se cuenta la pasada temporada, encadenó 39 jornadas sin estar entre los ocho mejores de la ACB.
  • Las malditas tres victorias. Un dato que revela la irregularidad del Baskonia este curso es que tardó 68 partidos en sumar tres victorias consecutivas.
  • Frágil a domicilio. El rendimiento lejos del Buesa ha condicionado a los de Laso. 8 victorias a domicilio en ACB y 2 en Euroliga.

Condenado por sus únicas dos victorias a domicilio en toda la fase regular frente a las 12 que obtuvo en el Buesa Arena, una constante durante toda la campaña, los hombres de Pablo Laso se quedaron sin opciones de terminar entre los diez primeros al caer contra el Efes con tres jornadas todavía por disputarse. Finalizaron en la 14ª posición, únicamente por delante del Asvel, un Maccabi condicionado por la guerra, una Virtus Bolonia en crisis institucional y deportiva y el humilde Alba Berlín. Rivales estos dos últimos, por cierto, ante los que encajó tres derrotas.

Agónica pelea por el ‘play off’

Tras quedarse sin opciones en el torneo continental, al Baskonia no le quedó más remedio que centrarse en la liga doméstica e intentar salvar la temporada en la ACB. Con sólo un partido por semana y tiempo para preparar cada cita, los hombres de Pablo Laso lograron mejorar su rendimiento y cerrar la fase regular con siete victorias en nueve jornadas.

Tras vencer al Zaragoza en la jornada 30, el equipo entró en puestos de play off de la ACB por primera vez en toda la temporada y logró certificar su billete para las eliminatorias en la jornada 33. Eso sí, como octavo clasificado y por detrás de clubes sobre el papel más modestos como el Lenovo Tenerife, el Joventut o el Gran Canaria. Con este último, por cierto, terminó igualado a 19 victorias, pero el average, perdido en el epílogo en su encuentro en el Buesa Arena por un regalo de Forrest a Brussino en un saque de banda, dejó a los de Lakovic séptimos.

Una despiste absurdo, en definitiva, condenó al Baskonia a enfrentarse al todopoderoso Real Madrid en cuartos de final, lo que puede considerarse una buena síntesis de lo que ha sido la temporada 2024-25 para los azulgranas. Entrar en el play off, a pesar de que debería ser lo mínimo exigible, se celebró como un éxito, ya que hubo tramos en los que ese billete también peligró enormemente, pero en las eliminatorias el equipo se ha vuelto a chocar con la cruda realidad y ha caído a primeras de cambio. Hasta al más optimista le cuesta darle un aprobado a un curso con más decepciones que alegrías.