Bochornoso adiós a la Copa del Baskonia (96-67)
Un conjunto azulgrana exhausto cae de forma estrepitosa en cancha del colista de la ACB y desecha las escasas opciones que le quedaban de estar en Gran Canaria
Olvidar y pasar página. Poco más le queda al Baskonia después de caer de forma estrepitosa en una visita al Bàsquet Girona en la que sencillamente no hizo acto de presencia. Los vitorianos desecharon definitivamente sus opciones de estar en la Copa del Rey con una actuación impropia de un equipo de su nivel y se vieron superados de principio a fin por un rival más enérgico y concentrado.
Pablo Laso: "No es un fracaso, sino una decepción"
Los hombres de Pablo Laso pagaron caro el enorme esfuerzo realizado durante la inhumana semana de cuatro partidos que han tenido que afrontar, pero ni eso ni las ausencias de jugadores importantes como Baldwin, Howard y Sedekerskis justifican la bochornosa imagen ofrecida en Fontajau ante el colista de la ACB.
Tras conocer la victoria del Barcelona, el cuadro gasteiztarra comenzó el duelo con la presión de tener que ganar por una brecha amplia para mantener las esperanzas de Copa del Rey, aunque pronto se dio cuenta de que el duelo poco iba a tener que ver con la reciente paliza al Leyma Coruña.
Primer fracaso de la 'era Laso'
El quinteto formado por Forrest, Luwawu-Cabarrot, Raieste, Moneke y Hall entró muy blando al partido, con muchos problemas para generar puntos en ataque y una desesperante pasividad defensiva que generó una autopista para Iroegbu y Juan Fernández y forzó a Pablo Laso a pedir tiempo muerto al verse 11-2 abajo a los tres minutos de juego. La ruidosa bronca del técnico no surgió efecto y no fue hasta que entró Rogkavopoulos a la cancha cuando los alaveses dieron muestras de vida.
El 1x1 del Baskonia: Rogkavopoulos se salva del naufragio
Los siete puntos del griego en el primer cuarto dieron algo de luz, pero nadie más acompañó y el equipo siguió acumulando pérdidas y viéndose superado también en la pelea por el rebote ante un rival más enérgico. Llegó a acercarse el Baskonia a cinco puntos con el 15-13, aunque la respuesta de Juan Fernández no se hizo esperar.
El pívot argentino, jugando a placer bajo los aros ante la tibieza de Hall y Diop, dio un recital, alcanzó su máxima anotadora de la temporada en 15 minutos y comandó un sangrante parcial de 20-1 entre el primer y el segundo cuarto con el que el Girona rompió el partido. Lo intentó Laso probando con todos sus hombres del banquillo excepto Joseba Querejeta, pero ninguno de sus ajustes cambió la cara a un equipo visiblemente fatigado.
Para cuando llegó la primera canasta en juego azulgrana del segundo cuarto en una penetración de Forrest, el Girona manejaba ya una renta de 20 puntos, diferencia que mantuvo al descanso después de que el Baskonia protagonizara su peor primera parte en mucho tiempo en todas las facetas del juego (45-25).
Ni un amago de reacción
El paso por los vestuarios puso fin al suplicio, pero sólo durante los 15 minutos que duró el descanso, ya que en cuanto se reanudó el juego todo siguió por los mismos derroteros, aunque con distintos protagonistas por parte del Girona. Fjellerup, Sibande y Geben tomaron el relevo de Juan Fernández y continuaron con el castigo a la inexistente defensa azulgrana.
Los gasteiztarras tuvieron algo más de fluidez en ataque, sí, pero provocada más por la relajación del cuadro local que por una mejor puesta en escena de los de Laso. En ese intercambio de canastas, los de Moncho Fernández se encontraron cómodos e incluso siguieron ampliando su colchón hasta alcanzar los 30 puntos de diferencia con el 72-42 mientras Juan Fernández alcanzaba la máxima anotación de su carrera en la ACB. De esta manera, se llegó al cuarto decisivo con el partido más que sentenciado y el equipo hundido.
A Pablo Laso no le quedó más remedio que tirar la toalla y dar protagonismo a los menos habituales –Savkov volvió a aprovechar sus minutos– en busca de dar algo de oxígeno a su extenuada primera unidad, algo que el equipo posiblemente habría cambiado por la posibilidad de adelantar su viaje de regreso a Vitoria y dejar la derrota firmada. Todo lo contrario que un Girona que siguió divirtiéndose con sus aficionados y saboreando su triunfo más cómodo de la temporada.
A falta de confirmación matemática, el Baskonia volverá a ausentarse de la Copa del Rey, aunque lo más preocupante ahora es la forma física y mental del equipo, que el martes recibirá la visita del líder de la Euroliga.