Este martes a partir de las 20.30 horas no será Ettore Messina quien se siente en el banquillo visitante del Buesa Arena para medirse al Baskonia, sino su asistente en el Armani Milán Mario Fioretti. El experimentado entrenador italiano se perdió el duelo contra el Napoli en la Serie A el pasado sábado por una infección en el oído y no llegará a tiempo para su visita a un feudo en el que habitualmente es recibido con música de viento por algunas de sus salidas de tono en el pasado.
Messina, por lo tanto, se librará de hacer frente a ese ambiente hostil, pero ahora mismo tiene preocupaciones mayores que esa, ya que su equipo llega a la cita en un momento crítico y su crédito como entrenador y cabeza del proyecto milanés empieza a agotarse. No en vano, el club presidido por Leo Dell’Orco y que cuenta con uno de los mayores presupuestos de la Euroliga por el mecenazgo del multimillonario Giorgio Armani, lleva dos temporadas consecutivas quedándose muy lejos de sus objetivos y el comienzo de la actual campaña tampoco ha sido para nada esperanzador.
Se trata de un equipo creado para ganar por nombres e inversión, pero la realidad es que desde que llegó a la Final Four en la campaña 2020-21 y cayó en el play off ante el Efes en la 21-22, ha estado muy lejos de conseguirlo. En las dos últimas temporadas se descolgó pronto de la pelea por el play off y terminó en 12ª posición con un flojo balance de 15 victorias y 19 derrotas, guión que va en camino de repetir este año tras haber perdido cuatro de sus primeras cinco citas europeas contra el Efes, el Zalgiris, el Olympiacos y el Mónaco y haber ganado únicamente al debutante París Basketball en Milán.
Fichajes sin resultados
El plantel, pese a haber sufrido un importante lavado de cara en verano con las incorporaciones de jugadores sobradamente contrastados en Europa como Dimitrijevic, Bolmaro, Causeur, LeDay o Josh Nebo, sigue sin carburar ni tener un estilo de juego reconocible y eso provocó un tremendo enfado de Messina tras el duelo contra el Anadolu Efes, en el que el Armani llegó al descanso con un 25-46 en contra. “Nuestra primera parte ha sido vergonzosa. ¿El mercado? ¿La reconstrucción del equipo? Son preguntas que tenéis derecho a haceros y que nosotros también nos hacemos, pero me resulta difícil responderlas ahora”, afirmó el técnico.
Él es el responsable de todo lo bueno y malo que le pase al equipo, ya que tiene poder para hacer y deshacer a su antojo al ocupar el cargo de entrenador y presidente de operaciones de baloncesto al mismo tiempo, algo que supone que no haya una figura encargada de valorar su trabajo y destituirle si es necesario. De hecho, el curso pasado renovó hasta 2026 como técnico pese a completar el peor inicio de temporada en 15 años.
Las voces críticas hacia este “enfoque empresarial que huele a bulimia”, según escribió la semana pasada Daniele Dallera en el Corriere della Sera, cada vez son mayores y Messina deberá revertir la situación antes de que Giorgi Armani empiece a cuestionarse si su dinero está cayendo en saco roto.
Tres ausencias importantes
Según la información facilitada por el Armani Milán, en el encuentro de mañana causará baja el exbaskonista Shavon Shields, uno de los principales anotadores del conjunto italiano y el jugador más utilizado hasta el momento por Ettore Messina en Euroliga con 11,6 puntos, 4 rebotes y 2,6 asistencias en casi 30 minutos por choque. El alero con pasaporte danés sufrió una lesión muscular en la ingle el pasado fin de semana ante el Napoli y será un contratiempo importante para Mario Fioretti.
Tampoco podrá contar con dos de sus pívots, ya que Ousmane Diop es baja por un esguince de tobillo y David McCormack tampoco podrá participar a causa de una lesión en la rodilla. Sí que estará presente su principal interior Josh Nebo, recién recuperado de una lesión aunque con limitación de minutos por precaución, por lo que el Armani jugará una buena parte del encuentro con un quinteto pequeño.