Nuevo paso atrás a nivel doméstico en el Buesa Arena de un Baskonia que vio reproducidas sus pesadillas ante el Joventut, su bestia negra de los últimos tiempos. 

Tras una brillante puesta en escena que le llevó a anotar 27 puntos con siete triples dentro del primer cuarto, el equipo vitoriano comenzó a diluirse peligrosamente, perdió fuelle una vez más a nivel físico víctima de sus escasa rotación y, en definitiva, purgó sus vías de agua tanto cerca como lejos del aro.

El Baskonia volvió a tropezar ante un rival en estado depresivo como el Joventut que pudo extraer petróleo de la parálisis ofensiva y la tibieza atrás de los vitorianos conforme avanzaban las manecillas del reloj.  

Y todo ello pese a que dos secundarios de Pablo Laso obligados a recibir la alternativa ante el descarte de Forrest, los problemas de rodilla de Howard y la nueva baja de Tadas dieron un paso al frente frente a los verdinegros. Rogkavopoulos y Jaramaz, con 19 y 18 puntos, respectivamente, sostuvieron los débiles cimientos azulgranas en otro partido donde las respuestas locales fueron a todas luces insuficientes ante un Joventut mejor armado y más consistente. 

Ni siquiera el monumental vértigo sufrido por los catalanes en el cuarto final, con seis minutos sin una canasta en juego hasta la bandeja de Guillem Vives, permitió al Baskonia consumar la heroica.

INTENTO SIN ÉXITO

Si los alaveses se agarraron a la contienda fue básicamente por la raza de Rogkavopoulos y los destellos de Jaramaz. Ambos trataron de revivir a la desesperada en el epílogo al Baskonia mientras dos pesos pesados (Howard y Luwawu-Cabarrot) permanecían atornillados al fondo del banquillo. 

El base serbio alargó el suspense en primera instancia con cinco puntos seguidos y un providencial robo del balón, mientras que el alero griego –omnipresente en todos los lugares de la cancha– también se resistió a hincar la rodilla con otro triple muy meritorio mientras se encontraba muy encimado. 

Eso sí, ninguno se jugó el balón de la posible prórroga. Después de que a Tomic y Dotson no les temblara el pulso desde la línea de personal, fue Baldwin –peleado contra el mundo en más de una ocasión– quien escogió una mala opción en los últimos 11 segundos. El triple del estadounidense ni siquiera tocó el aro y terminó consumándose la tercera derrota liguera de un Baskonia inferior en distintos lugares de la cancha.

Y es que Hall no fue el pívot dominador de otras veladas ante el dominante dúo Tomic-Pustovyi y el empuje de Diop en el último cuarto no fue suficiente para dotar de mordiente a la cuerda interior. Un exprimido Moneke –37 minutos en pista– alternó aciertos y errores en el puesto de cuatro, donde Laso no confió esta vez en la juventud de Ndiaye

En definitiva, otra mala tarde-noche para un Baskonia capaz de lo mejor y lo peor en una temporada donde, por diferentes razones, no termina de encontrar la continuidad ideal.