Al cerrar la renovación de Tadas Sedekerskis hasta la temporada 2029, el Baskonia se ha asegurado la continuidad a largo plazo de uno de los principales pilares del proyecto, tanto por lo que supone su figura como capitán y canterano del club como por su condición de cupo de formación de primer nivel.

Una vez atada la continuidad de uno de los objetivos prioritarios de la dirección deportiva, el proyecto del Baskonia para la temporada 2024-25 comienza a coger forma. El conjunto gasteiztarra ya tiene a dos de sus cupos de formación –una figura clave teniendo en cuenta que la ACB obliga a competir con al menos cuatro jugadores formados en España– con contratos a largo plazo.

Además de Sedekerskis, que es actualmente el baskonista con el contrato más largo, Khalifa Diop firmó el pasado verano hasta el curso 2028, por lo que también tiene asegurada su continuidad por un largo tiempo. Quedaría por ver qué ocurre con los casos de Dani Díez y de Sander Raieste, los otros dos cupos con los que cuenta el equipo y que se encuentran en su último año de contrato.

La otra gran renovación que ha afrontado el Baskonia este curso es la de Markus Howard, que el pasado mes de octubre prolongó su vinculación por dos campañas más, hasta el verano de 2026. Eso sí, el escolta norteamericano cuenta con un buen cartel en la Euroliga, por lo que nunca se puede descartar que algún club ponga dinero sobre la mesa, aunque el Baskonia tiene por ahora la sartén por el mango.

También aparece con contrato hasta 2026 una apuesta del club como Nikos Rogkavopoulos, que a sus 22 años aún tiene margen de progresión y ya ha dado muestras de su talento en su primer año en la máxima competición continental.

En cuanto al resto de la plantilla, todo apunta a que el siguiente paso de la dirección deportiva será afrontar la renovación de Kotsar. De hecho, todo está encaminado hacia la prolongación del contrato del pívot estonio, que termina este año, por dos temporadas más.

El Baskonia deberá abordar también en verano los casos de Miller-McIntyre y Moneke, que pese a que todavía les queda un año más de contrato, llegaron con la habitual fórmula de 1+1 con la que se puede romper su vinculación al término de la primera temporada. Por lo tanto, es posible que se tengan que renegociar los términos del acuerdo, especialmente en el caso de un Miller-McIntyre cuyo caché ha subido exponencialmente gracias a su sobresaliente rendimiento en su estreno en la Euroliga.

La continuidad del base norteamericano junto a Howard, Rogkavopoulos, Sedekerskis, Moneke, Kotsar y Diop sería sin duda una buena base sobre la que construir el nuevo proyecto. Después, habría que decidir qué hacer con quienes terminan contrato y cuyo futuro está en el aire.

Además de los mencionados Dani Díez y Raieste, tienen libertad para firmar con otros equipos al final del presente curso Vanja Marinkovic y Matt Costello. El primero ha sido vinculado en varias ocasiones con el Partizan, mientras que la continuidad del poste costamarfileño también se presenta incierta. Prácticamente imposible lo tienen Theodore y Chiozza, que llegaron como refuerzos temporales hasta final de temporada y no como piezas centrales para el proyecto.

El movimiento más importante que deberá realizar el club, en cualquier caso, concierne al banquillo, ya que la continuidad o no de Dusko Ivanovic, que dependerá en gran parte de los resultados que coseche en las próximas semanas, condicionará toda la planificación.