El choque de la primera vuelta en Andorra fue toda una pesadilla para el Baskonia. La agonía que estaba viviendo a finales de octubre la escuadra azulgrana dirigida por Joan Peñarroya por la falta de efectivos vivió en el Principado un nuevo capítulo.
La escuadra gasteiztarra afrontaba el duelo ante los de Natxo Lezkano con tan solo ocho piezas disponibles, ya que, a pesar de que recuperó a Chima Moneke para la causa, Mannion no pudo participar por los dolores en la espalda sufridos dos días antes en Atenas, y a Andorra ni siquiera viajaron Dani Díez, Diop ni Rogkavopoulos.
Pues bien, nada más empezar el partido los problemas se agravaron para el cuadro gasteiztarra. Markus Howard tuvo que abandonar la pista cuando el gigantón Maric se cayó con todo su peso sobre la espalda del menudo escolta de New Jersey.
El compulsivo anotador azulgrana no pudo ni abandonar la cancha por su propio pie. Un efectivo menos. Después caería Moneke también por lo que un Baskonia bajo mínimos acabaría el duelo con tan solo seis jugadores sanos –Miller-McIntyre, Raieste, Marinkovic, Sedekerskis, Kotsar y Costello–.
Preludio del cese de Peñarroya
El Andorra jugó a su antojo con un Baskonia sumido en una grave crisis, que acabaría días después con el despido de Peñarroya y el regreso de Ivanovic a Gasteiz.
Los de Natxo Lezkano se impusieron entonces con autoridad (85-68) a un Baskonia irreconocible, que no le quedó más remedio que ondear la bandera blanca ante su incapacidad para oponer la mínima resistencia a su rival.
El cuadro azulgrana regresó de Andorra con una tremenda cornada. Una herida enorme. Y es que este traspiés, además de la forma tan contundente en la que se produjo pudo (-17 puntos), fue uno de los que le costó al Baskonia su ausencia en la próxima Copa del Rey en Málaga.
Esta tarde, los de Ivanovic tendrán la posibilidad de vengar la afrenta sufrida un ya lejano 29 de octubre. Es hora de cerrar una herida abierta ante un rival que al menos ha sabido levantar el vuelo en estas últimas semanas.
Los del exbaskonista Lezkano encadenaron ocho derrotas tras vencer con contundencia a los de Peñarroya y ahora llevan tres victorias seguidas
Y es que los de Natxo Lezkano, tras imponerse al Baskonia, encadenaron la friolera de ocho derrotas consecutivas, lo que les llevó a flirtear con el descenso. Al menos, el cuadro del Principado ha tomado algo de aire tras enlazar tres triunfos seguidos, Zaragoza a domicilio (72-76) y Murcia (98-73) y Bilbao Basket (87-78) en casa.
Llegan en un buen momento y motivados, ya que será un duelo especial para el técnico de Portugalete porque vuelve a la que fue su casa en sus inicios como entrenador profesional siendo, entre de otros, segundo entrenador de Dusko Ivanovic, su rival de esta tarde.
Eso sí, en esta ocasión se van a encontrar con un rival que tiene ganas de revancha y que encima llega con la moral por las nubes tras su agónica y sufrida victoria del pasado jueves en el bullicioso Stark Arena frente al Estrella Roja.
Además, el cuadro andorrano afronta el partido sin los lesionados Chris Czerapowicz, Stan Okoye –autor de 14 puntos en el duelo de la primera vuelta– y Tyson Pérez. Los del Principado tampoco tendrán en sus filas al base norteamericano Markel Starks, máximo anotador de aquel fatídico partido – 15 puntos, tres asistencias y 16 de valoración–, al no estar ya a las órdenes de Natxo Lezkano.
Precedentes favorables
Un punto a favor de los azulgranas. Hay más. La historia también sonríe al Baskonia. Y es que en el último enfrentamiento entre estos dos equipos, el inquilino del Buesa Arena superó por 83 a 77 al MoraBanc Andorra. Fue un 21 de noviembre del 2021 y Jayson Granger fue el verdugo de los del Principado con 24 puntos.
Además, el MoraBanc Andorra sólo ha ganado una vez en Vitoria y fue el 26 de enero del 2020 con un 73 a 77.
Los vitorianos estaban dirigidos por Dusko Ivanovic y los andorranos por Ibon Navarro. Ahora, el de Bjelo Polje tratará de doblegar de nuevo a otro exdiscípulo para cerrar la herida y seguir mejorando los precedentes en el Buesa entre ambos equipos.