El Baskonia consiguió ayer una épica victoria en la siempre difícil cancha del Estrella Roja con la que logró distanciarse de un rival directo en la pelea por el play off de la Euroliga. Una gran alegría para los aficionados que, no obstante, sufrieron lo indecible en un encuentro que fue una auténtica montaña rusa de emociones y que se decidió por un sólo punto (90-91) tras dos últimos minutos en los que sucedió de todo. Afortunadamente, los corazones de los aficionados azulgranas ya se han acostumbrado esta temporada a los tensos finales con los que se están resolviendo la mayoría de partidos del Baskonia en la Euroliga.

Con el equipo desfondado y el 83-84, apareció Howard para anotar dos canastas milagrosas en acciones individuales con las que colocó el 83-88 en el marcador a 50 segundos del final con dos tiros libres fallados por Mitrovic de por medio. Sin embargo, imponerse en un final tranquilo no habría sido del estilo de este Baskonia abonado al suspense.

Cuatro puntos seguidos de Dos Santos, facilitados por una pérdida de Howard al escapársele el balón en el bote, devolvieron la distancia mínima al marcador a 14 segundos del final (87-88), el Baskonia estuvo a punto de perder el balón en dos ocasiones en la siguiente posesión y Miller-McIntyre falló el segundo de sus tiros libres.

Afortunadamente, apareció Moneke, uno de los habituales héroes de los finales apretados, para recoger un increíble rebote ofensivo superando a Bolomboy y salvarlo sobre la línea de fondo para que Marinkovic sentenciara desde la personal y el triple de Dos Santos sobre la bocina fuera inútil (90-91). En definitiva, fue un final de partido de esos que en otra temporada se habrían recordado durante mucho tiempo, pero con esta son ya varias las ocasiones en las que el Baskonia ha recurrido a la heroica.

Los reyes del 'clutch time'

En efecto, de los 22 encuentros que ha disputado hasta el momento el Baskonia en la Euroliga, ocho de ellos se han resuelto por una diferencia de menos de una canasta. Eso sí, cuando los duelos se han decidido por diferencias tan cortas en los minutos finales, el denominado por los norteamericanos como clutch time (algo así como la hora de la verdad), los hombres de Dusko Ivanovic han salido casi siempre vencedores.

La primera cita con un final tan apretado, la jornada inaugural del torneo contra el Real Madrid, se resolvió con triunfo por 77-79 para los merengues con Peñarroya en el banquillo, pero Dusko Ivanovic ha contagiado a la plantilla desde su llegada una fe y carácter indomable que han convertido al Baskonia en un auténtico maestro de los finales apretados.

Los números hablan por sí solos. De los siete encuentros en la Euroliga con el montenegrino en el banquillo que se han resuelto por dos puntos o menos, seis se los ha llevado el Baskonia. Un sobresaliente balance de 6-1 que ha puesto ha prueba el sistema cardiovascular del baskonismo, pero que afortunadamente ha dado muchas alegrías.

El cuadro gasteiztarra ha salido victorioso en los finales apretados en el Buesa Arena contra el Panathinaikos (75-73), el propio Estrella Roja en la ida (87-85), el Fenerbahce (80-79) y el debut de Ivanovic contra el Partizan (84-83), que fue premonitorio de lo que tocaría sufrir más adelante en la temporada.

Lejos del Buesa Arena, además de la reciente victoria en Belgrado ante el Estrella Roja, el Baskonia también consiguió superar al Olympiacos en su cancha (74-75). Sólo el AS Mónaco, gracias a aquel espectacular mate de Blossomgame tras rebote ofensivo en la última jugada, ha conseguido derrotar al equipo de Dusko Ivanovic en un final apretado en el Buesa por 75-77 en la décima jornada.

Tres héroes habituales

El núcleo duro de Ivanovic suele ser el encargado de resolver en las mencionadas situaciones de máxima tensión, aunque son tres jugadores diferentes –Miller-McIntyre, Howard y Moneke– los que se han repartido la responsabilidad y han demostrado que no les tiembla la mano en los momentos calientes, lo cual dificulta a los rivales la tarea defensiva al tener que centrarse en distintas amenazas.

En el triunfo por 84-83 contra el Partizan fue Moneke quien, pese a los intentos de Nunnally por desconcentrarlo, anotó sus dos tiros libres a un segundo del final. En el asalto al Pireo (74-75), fue Miller-McIntyre quien decidió sobre la bocina con un tiro de media distancia, acción que calcó más adelante ante otro equipo griego como el Panathinaikos (75-73), triunfo en el que también fueron vitales los 15 puntos de Moneke en el último cuarto.

En la victoria por 80-79 contra el Fenerbahce fue Howard, el héroe de la última cita, quien anotó un triple bien defendido a siete segundos del final cuando los turcos estaban ya saboreando la victoria, mientras que en casa contra el Estrella Roja (80-79) Moneke impidió que los serbios jugaran la última posesión al tirar a fallar un tiro libre y recoger su propio rebote.

Momentos clave, en definitiva, que han permitido a los alaveses llegar a este punto de la campaña aún metidos en el play off con un notable balance de 12-10 que, de haber anotado 14 puntos menos en los mencionados seis encuentros, sería de 6-16 y habría dejado al equipo ya sin opciones. A este Baskonia no le quema el balón.