Un año ha pasado desde que el 10 de enero de 2023 Pierria Henry disputó su último partido con la camiseta del Baskonia, y parece que haya sido una eternidad.

El base norteamericano con pasaporte senegalés fue uno de los nombres propios de la campaña 2022-23 para el conjunto gasteiztarra al protagonizar primero la alegría de llegar como fichaje estrella con la temporada ya comenzada y después trastocar los planes de la entidad al ser suspendido por la FIBA a causa de una irregularidad procedimental en un control antidopaje, coincidiendo con el mejor momento de forma del equipo.  

Pues bien, 365 días después de vestirse de corto en aquel duelo contra el Bayern de Múnich que el Baskonia perdió de 92-79, el club sigue notando el vacío dejado por el hombre de la sonrisa imborrable.

Ha pasado mucho tiempo desde que el carismático base se vio forzado a aparcar el baloncesto, pero su situación, desgraciadamente, apenas ha cambiado desde entonces.

En estos momentos, según ha podido saber este periódico, Pierria Henry se encuentra en su Estados Unidos natal junto a su familia, trabajando y manteniéndose en forma por su cuenta, resignado a la espera de una resolución por parte de la FIBA que se está demorando eternamente. 

De hecho, no se esperan novedades a corto plazo, ya que cada vez que se comunica con la Federación Internacional de Baloncesto la respuesta tarda meses en llegar. Así sucedió con un recurso presentado por el jugador, quedando en evidencia que el caso no es actualmente prioritario para el organismo.

La demora contrasta, por ejemplo, con el de Dinos Mitoglou –cuya culpabilidad sí se demostró–, ya que su sanción se comunicó 11 meses después de dar positivo.

Tres meses de montaña rusa

La segunda etapa de Pierria Henry en Vitoria, aunque fue mucho más breve que la primera (2019-21), dejó una huella igual de profunda en el baskonismo por la intensidad de todo lo que ocurrió en ese trimestre.

Desde el anuncio de su regreso fue especial, ya que Joan Peñarroya, en una intervención sin precedentes, fue el encargado de comunicar la contratación de Pierria Henry hasta final de temporada en la rueda de prensa posterior a la victoria contra el Real Madrid (88-82) el 23 de octubre de 2022.

Su llegada generó una enorme ilusión entre los aficionados, se ganó al vestuario inmediatamente y reforzó su vínculo con el Baskonia al anteponer jugar en Vitoria a ofertas más jugosas y asegurar que con su regreso buscaba volver a disfrutar del baloncesto y superar el duro golpe de haber perdido a su abuela entes de fichar por el club vitoriano.

Su impacto no tardó en notarse sobre la cancha. Darius Thompson, demasiado solo en el comienzo de la temporada, se encontró de pronto con un aliado de lujo y entre los dos conformaron posiblemente la mejor pareja de bases de la competición al juntar el talento y la visión de juego de Thompson con la experiencia, la intensidad y el estilo más alocado de Henry.

En los 24 encuentros que disputó Pierria, el Baskonia registró un fantástico balance de 17 victorias y 7 derrotas (8-6 en Euroliga y 9-1 en ACB), con mención especial a aquel mágico mes de diciembre en el que el equipo se mantuvo invicto y llegó a encadenar 12 victorias consecutivas entre ambas competiciones que lo situaron como líder de la Euroliga.

Henry, sonriente durante su presentación como baskonista junto al director deportivo Félix Fernández. Alex Larretxi

En ese momento de éxtasis en el que todo iba sobre ruedas, sin embargo, llegaron las dos derrotas contra los equipos alemanes, el Alba Berlín y el Bayern, y en la segunda de ellas, que tuvo lugar hace un año, Henry se quedó sin anotar, algo a lo que en el momento no se dio importancia, pero que resultó premonitorio de lo que vendría.

Tres días después, el 13 de enero, el club anunció que Henry se perdía el duelo contra el Partizan a causa de “unas molestias musculares en el sóleo derecho”, algo que resultó una fórmula para ganar tiempo hasta que el 25 de enero, con todo el runrún generado por los medios de comunicación, el Baskonia comunicó que Henry había sido suspendido provisionalmente por la FIBA por “una cuestión procedimental en un control antidoping”, que resultó ser presuntamente el empleo de orina sintética en el test.

Henry se despidió de sus compañeros, presenció en la grada el 27 de enero la agónica victoria del Baskonia por 114-111 ante el Efes y sintió el cariño del público antes de marcharse definitivamente de Vitoria, sin novedades ni nuevos comunicados por parte de la entidad de Zurbano hasta el día de hoy.

Pancarta de apoyo a Henry ("estamos contigo, mantente fuerte") durante el duelo contra el Efes que presenció antes de dejar Vitoria. Josu Chavarri

El caso de Mitoglou

Es difícil calcular cuándo Henry volverá a estar disponible para jugar al baloncesto, algo que tanto él como sus seguidores desean con ansia.

En el mencionado caso reciente de Dinos Mitoglou, la FIBA tardó 11 meses en llegar a una resolución desde que el ala-pívot griego dio positivo tras un encuentro entre el Armani Milán y el Panathinaikos.

La competición le sancionó en febrero de 2022 con una suspensión de dos años y medio, pero finalmente el castigo se redujo a la mitad y Mitoglou ha regresado a la acción esta campaña con la camiseta del Panathinaikos, algo más de dos años después de dar positivo.

El interior heleno, por cierto, está cuajando una fantástica temporada con 14,1 puntos, 6,6 rebotes y 17,3 créditos de media, erigiéndose como la inesperada estrella del equipo de Ataman.

De momento, los plazos de la investigación de Henry se están alargando más que los de Mitoglou, algo que tal vez se deba a la particularidad de su caso, pero que no deja de generar numerosas incógnitas y mucha indignación.