El Baskonia se impuso al Estrella Roja en otro desenlace no apto para cardíacos que, eso sí, esta vez pudo haber evitado, ya que los alaveses se mostraron superiores a su rival desde el principio. Sin embargo, unos cortos tramos de relajación permitieron a los serbios mantenerse en el choque y el exbaskonista Giedraitis, en una actuación estelar, se empeñó en aguar la fiesta del que fuera su público y se quedó a centímetros de lograrlo.
El conjunto azulgrana, que arrancó de inicio con un quinteto formado por Codi Miller-McIntyre, Marinkovic, Sedekerskis, Díez y Kotsar, entró muy centrado al partido, mostrándose duro en defensa y mucho más acertado que su rival en el tiro. Mientras Teodosic lanzaba triples muy desviados contra el cristal, Marinkovic, autor de ocho de los diez primeros puntos del Baskonia, estableció la primera ventaja local con el 2-10. El Estrella Roja fue entrando en el partido poco a poco y comenzó a encontrar puntos con buenas penetraciones, pero los alaveses se apoyaron en su acierto exterior (6/10 desde el perímetro en los primeros diez minutos) para mantener su renta de ocho puntos al cierre del cuarto (18-26).
La lluvia de triples se mantuvo en el comienzo del segundo parcial, con un intercambio de dianas entre Giedraitis, Howard, Rogkavopoulos y Dos Santos. Con un buen trabajo en la dirección de Chiozza durante los minutos en los que se sentó Miller-McIntyre, la diferencia se mantuvo alrededor de esos ocho tantos sin que el Estrella Roja consiguiera amenazar al Baskonia ni los azulgranas romper el choque. Pese a cometer algunos desajustes defensivos que permitieron a los serbios anotar con cierta facilidad, el gran acierto en el otro lado de la cancha de los azulgranas, especialmente de Howard y Moneke, escondió esas carencias. El marcador de 52-43 al descanso fue el mejor ejemplo del predominio del ataque sobre la defensa en la primera parte, aunque la renta de nueve tantos supo a poco después de haber llegado a manejar una máxima de 13.
Final de infarto
Al comienzo de la segunda parte, el Estrella Roja salió algo más intenso que el Baskonia y con un triple de Bolomboy y otro de Giedraitis logró recortar distancias y situarse a seis tantos con el 55-49, lo cual fue un mal menor, ya que los visitantes erraron varias canastas fáciles bajo el aro que los podían haber llevado a situarse mucho más cerca. Apareció Howard con un triple para dar algo de oxígeno a los alaveses en su momento más complicado, pero siguió apretando el Estrella Roja y con una intensa defensa sobre Howard logró secar al Baskonia y encontrar buenas situaciones en transición.
Así consiguió poner el contador de nuevo a cero con el 62-62, obra de Giedraitis al transformar una técnica de un desesperado Howard ante las concesiones arbitrales al cuadro serbio. Afortunadamente, el regreso de los titulares, una bandeja de Sedekerskis al contraataque y un triple de Miller-McIntyre en la última acción del cuarto permitió a los alaveses llegar a los diez minutos decisivos con una ventaja de cinco puntos y sin que su rival llegara a ponerse por delante en el electrónico.
Nada más reanudarse el juego, el triple volvió a dar réditos al Baskonia, ya que Rogkavopoulos puso aún más tierra de por medio con una diana de mucho mérito y Sedekerskis recuperó la renta de dobles dígitos con el 75-65 a pase de un especialmente solidario Miller-McIntyre. Al contrario que en citas anteriores, esta vez no hizo falta una intervención estelar de Markus Howard, ya que el quinteto formado por Miller-McIntyre, Marinkovic, Sedekerskis, Rogkavopoulos y Kotsar le dio un buen rendimiento a Ivanovic y equilibrio en ambos lados de la cancha.
Aunque la victoria parecía encarrilada con el triple de Rogkavopoulos que puso el 84-74 a falta de 1:45 para el final, Giedraitis, el mejor del Estrella Roja, se negó a tirar la toalla y entre sus puntos y el rebote ofensivo, los visitantes lograron acercarse a dos tantos (84-82) con un triple del exbaskonista a 24 segundos del final. Marinkovic pudo sentenciar desde la personal, pero erró uno de los tiros libres y dio a Giedraitis la oportunidad de empatar con un triple antológico a nueve segundos del desenlace (85-85). Para alivio local, Sedekerskis logró forzar la falta a Bolomboy en la última jugada, anotó los dos tiros libres y el triple decisivo de Giedraitis desde ocho metros se salió por muy poco, quedándose así el triunfo en Vitoria al evitar Moneke lanzando a fallar el último tiro libre y recogiendo su propio rebote que el Estrella Roja tuviera una segunda oportunidad.
