El Baskonia, como viene siendo habitual en los últimos mercados de fichajes, ha afrontado este verano la reconstrucción de parte de la plantilla, en algunos casos forzado por la salida de jugadores con los que le habría gustado quedarse en busca de mejores contratos, como es el caso de Darius Thompson y Rokas Giedraitis, y en otros por descarte de la dirección deportiva, caso de Max Heidegger, Arturs Kurucs, Daulton Hommes y Steven Enoch.

En su lugar, han llegado Nico Mannion, Cody Miller-McIntyre, Nikos Rogkavopoulos, Chima Moneke y Khalifa Diop, a la espera de la incorporación de un base que redondee la plantilla. Los resultados una vez comience el fuego real dictaminarán si los cambios han sido positivos o no para el Baskonia, pero lo que está claro por el perfil de los jugadores que se han contratado es que el conjunto gasteiztarra ha ganado en variedad de recursos.

Diop es un perfil de pívot con el que no contaba el Baskonia la pasada temporada ACB Photo/M. Henríquez

La pasada campaña la confección de la plantilla estuvo claramente enfocada al lanzamiento exterior y a un ataque de muchos quilates, ajustándose a los deseos de Joan Peñarroya y propiciando así los abultados marcadores de más de 100 puntos que se alcanzaron con asiduidad en el Buesa Arena. Sin embargo, la fragilidad mostrada en la parcela defensiva en momentos decisivos de la temporada ha hecho que la dirección deportiva apueste por incorporar a expertos en la materia como Miller-McIntyre, Moneke y Diop, con quienes se espera dotar al equipo de mayor físico y energía a la hora de contener a los talentosos jugadores con los que se enfrentarán tanto en la Euroliga como en la ACB.

Amplio abanico

De esta manera, Joan Peñarroya contará con más alternativas que la campaña anterior a la hora de establecer diferentes planes de partido, con jugadores de perfil variado y sin cromos repetidos por el momento. En el puesto de base, Nico Mannion es un director de orquesta más equilibrado y asociativo con altura, amenaza exterior y dominio de las acciones de pick & roll, mientras que Miller McIntyre es un perfil mucho más físico, enfocado en la defensa, capaz de colaborar en la pelea por el rebote y con gran explosividad a la hora de penetrar y atacar en transición. La tercera pieza del puzle podría ser Shannon Evans, un jugador más pequeño y liviano con una clara vocación ofensiva, capaz de desatascar partidos y generar juego con acciones individuales.

En el puesto de escolta tanto Howard como Marinkovic son buenos tiradores exteriores, pero su juego difiere totalmente. El norteamericano es un anotador compulsivo que acostumbra a lanzar tras bote y se crea sus propios puntos. Eso sí, tiene grandes carencias defensivas por su baja estatura y la opción de Marinkovic es mucho más solvente en ese sentido. Además, suele preferir lanzar en acciones de catch & shoot, sin amasar tanto balón.

Howard seguirá siendo la principal amenaza ofensiva del Baskonia Iñigo Foronda

Algo similar sucede en el puesto de tres, con un anotador con gran muñeca desde el perímetro como Rogkavopoulos acompañado por todo un especialista defensivo como Tadas Sedekerskis, polivalente, capaz de medirse con rivales de diferentes estaturas, jugar en el cuatro y también de anotar con cortes a canasta y tiros liberados. Raieste puede sumar energía desde el banquillo y en el cuatro Moneke es un portento físico cuya principal tarea pendiente es la de su lanzamiento exterior, algo que compensa Dani Díez, uno de los tiradores más efectivos desde el perímetro de la ACB.

Por último, Costello es un cuatro y medio con buena muñeca, capaz de abrir la cancha con su tiro y también de generar juego desde el poste, mientras que Kotsar es un fantástico penetrador y dominador del pick & roll, que aporta equilibrio pero no amenaza desde fuera. Diop, por último, está llamado a ser el candado de la pintura azulgrana y alguien capaz de jugar por encima del aro con sus muelles.

Ataque y defensa

De esta manera, Peñarroya podrá jugar con su rotación y plantear quintetos diferentes en función de lo que necesite en cada momento. No sería extraño volver a ver cambios de balonmano esta temporada en los minutos finales de los encuentros para atacar y defender como ya hiciera la pasada campaña.

Por ejemplo, si lo que necesita es físico para defender el resultado podría alinear un quinteto con centímetros y defensa con Miller-McIntyre, Marinkovic, Sedekerskis, Moneke y Diop, mientras que si lo que busca es un quinteto pequeño con tiro para remontar, la combinación Mannion-Howard-Marinkovic-Rogkavopoulos-Costello puede dar muchos quebraderos de cabeza a los rivales. La versatilidad de los jugadores, varios de ellos capaces de ocupar varias posiciones sobre el parqué, también será un punto a favor a la hora de alternar sistemas.