El curso 2022-23 ha sido el de los descubrimientos en el Baskonia. La temporada de la irrupción en la ACB de dos talentos como Darius Thompson y Markus Howard. Clase y magia en las manos del base de Tenesse y una fusil de mira telescópica en el caso del menudo escolta de New Jersey. Su campaña de ensueño les ha servido para ser elegidos dentro del cinco ideal de la competición doméstica.
Lástima que la prematura eliminación en los play offs empañe un curso soberbio. Sobre todo en el caso del director italoestadounidense. Un generador de juego de los de antes. Un base cerebral, capaz de jugar al ritmo de vértigo que ha imprimido Peñarroya al Baskonia este curso. Thompson ha firmado varias actuaciones antológicas. Ahí están sus 20 puntos ante Unicaja al inicio de curso, sus 10 asistencias frente al Fuenlabrada o los cinco robos contra el Real Madrid en marzo. Un genial director de orquesta, que también colabora atrás.
Ese ha sido el principal debe de Howard. Letal en ataque y con carencias en defensa. Un volcán que cuando entra en erupción no hay quien le frene. Se le caen los puntos de las manos con sus triples circenses. Ahí están los 9 que anotó de 12 intentos frente al Gran Canaria, encuentro en el que se fue hasta los 34 puntos. Una máquina de anotar. Una de las luces de este Baskonia. De las que más iluminan.
La conexión Kotsar-Thompson
Brillante ha sido también la de Maik Kotsar. El estonio ha sorprendido en el curso de su debut en la ACB. Un pívot que es un auténtico muro en defensa. Una lapa al que le da igual quien esté enfrente. No se arruga. A todo ello hay que añadir su notable juego de pies y calidad en ataque. Maravillosa ha sido la conexión con Thompson. El pick & roll vivido entre ambos ha recordado al que en su día protagonizaron entre otros Prigioni y Scola. Un lujo.
Más discreto ha sido el papel de otro de los recién llegados como Hommes. Sus molestias en la rodilla le han impedido desplegar todo su repertorio. Se ha quedado lejos de lo que apuntó de inicio. Se esperaba de él. Al menos, otros han dado más de sí. Ese es el caso de un Vanja Marinkovic nuevo y que en verano con la selección de Serbia llenó su deposito de confianza. Luz.
Cara y cruz en los canteranos
Fogonazos también ha mostrado un Tadas Sedekerskis que se ha asentado en el equipo, pero que aún no ha terminado de explotar. Al menos, el lituano sí que ha tenido un papel importante en el equipo, algo que no pueden decir sus otros compañeros procedentes de las categorías inferiores casos de Kurucs y Raieste, lejos aún del nivel de un equipo como el Baskonia.
Quienes sí que han cumplido han sido Dani Díez, Costello, Giedraitis y un Pierria Henry, al que el equipo ha echado y mucho de menos tras la suspensión de su licencia tras una irregularidad en un control antidopong. Una lástima. De haberse mantenido el base en el equipo, a buen seguro que el rendimiento y el resultado final habría sido otro.
Su sustituo, Heidegger, es un jugador que está a años luz. Es distinto. Más anotador, menos director y sobre todo mucho peor defensor. Incapaz de contener a los poderosos bases por culpa de su menudo físico. Apagado. Más aún lo ha estado Enoch. El pívot con pasaporte armenio no ha dado el nivel. Ha sido sin duda la nota más discordante del Baskonia este ejercicio. Suspenso dentro de un curso en el que la mayoría de sus compañeros lo ha sacado de forma brillante.
Así ha sido el 1x1 del Baskonia:
Darius Thompson Un líder generoso. Magia en sus manos. El equilibrio en un equipo de vértigo. Capaz de llevar un ritmo endiablado, sin caer en la precipitación ni el error. Un líder que defiende, anota cuando se le necesita y regala asistencias de ensueño. Soberbio.
Artur Kurucs Mejor de escolta que de base. La dirección del equipo se le ha quedado grande. Incapaz de hacer fluir el juego. Esforzado en defensa, pero con carencias ante jugadores físicos. Ha cumplido más actuando de dos gracias a su buen tiro –42,3% en triples–.
Max Heidegger Desaparecido ante los ‘cocos’. Es más anotador que director de orquesta gracias a su buen tiro y capacidad para penetrar. Con él al mando, el equipo se atascaba. Abusa en exceso del bote y ralentiza el ritmo. Desaparecido en las grandes ocasiones. Mal defensor.
Markus Howard Un volcán en erupción. Una metralleta. La revelación de la ACB. Un pistolero que cuando tiene el día no hay quien le pare. Ha tenido altibajos y su debe está en la defensa y la rapidez con la que se ha cargado de faltas en partidos claves.
Vanja Marinkovic Ha despegado. Tras el verano se vio un nuevo Vanja. Con más confianza. Esa seguridad en sí mismo le ha permitido despegar. Notable defensor, generador de canastas con su verticalidad para atacar el aro y buena mano. Le faltó más regularidad.
Rokas Giedraitis Más rebote y defensa. Una reconversión para ver un alero más completo. Perro de presa en defensa, lo que le ha permitido robar muchos balones. Ritmo de vértigo para culminar las contras y un excelente reboteador. Ha tirado menos, pero con más acierto.
Sander Raieste Un papel testimonial. El jugador con menos minutos en la ACB (12:39). Ha estado en un segundo plano y no termina de arrancar. Tan solo se le ha visto algún pequeño arranque de raza y esfuerzo defensivo. Nulo en ataque. Muy discreto.
Tadas Sedekerskis Solidez atrás. El Baskonia acusó su ausencia por lesión en marzo. Su presencia dotaba al equipo de un mayor rigor defensivo. Un muro. Capaz de defender a aleros o pívots fuertes. Activo en el rebote. Le falta soltarse en ataque y mejorar su tiro.
Dani Díez Un cupo muy válido. Sin hacer mucho ruido se ha ganado sus minutos hasta el punto de ser un cupo valioso. Su presencia en el campo siempre sumaba. Defensa correcta, rebote y puntos, gracias a su precisión desde los 6,75 metros. Muy buen tirador.
Daulton Hommes Lastrado por su lesión. Sus problemas de rodilla le han impedido tener continuidad. Su juego ha mostrado también muchos altibajos. Sufre ante pívots muy corpulentos en defensa. Lo mejor su tiro de tres puntos. Se esperaba más.
Matt Costello Un guerrero. Siempre dispuesto a dejarse la piel. Se pelea con todo tipo de pívots y cumple. Se ha echado de menos mayor presencia en el poste bajo en ataque, ya que en ocasiones ha abusado en exceso de un lanzamiento triple, que al final de curso le dio la espalda.
Maik Kotsar Ha vuelto el Pick & Roll. Su conexión con Thompson ha dado grandes momentos. El pase y continuación de otras grandes parejas azulgranas ha vuelto. Pívot rocoso, muy buen defensor y que ha demostrado tener un buen juego de pies en ataque.
Steven Enoch Un agujero negro. Un curso para olvidar. 11 partidos desconvocado en ACB, es una señal de que poco se contaba con él. Sus lagunas defensivas eran un lastre. Flojo, sin intensidad y siempre superado. En ataque mostró su gran calidad con cuenta gotas.