Como viene siendo habitual en las últimas temporadas, el verano promete ser largo en las oficinas del Baskonia. El conjunto gasteiztarra, ya sea por decisión propia o por deseo de los jugadores, no ha movido ficha a lo largo de la temporada en cuanto a renovaciones de los contratos y actualmente ninguna de las piezas de la plantilla azulgrana cuenta con más de un año de vinculación con la entidad. Por lo tanto, el futuro de una buena parte del equipo está en el aire y el club deberá moverse en el mercado para cubrir las bajas deseadas e indeseadas que se produzcan a partir de ahora.
Actualmente, hay cuatro jugadores que terminan contrato a final de junio y que podrían tener que buscarse un nuevo destino como agentes libres este verano: Rokas Giedraitis, Steven Enoch, Dani Díez y Arturs Kurucs. El caso de Giedraitis es posiblemente el que debe resolverse con mayor urgencia, ya que es el actual capitán y una de las piezas fundamentales de la plantilla. La última vez que el alero se pronunció sobre el tema dijo que aún no tenía una oferta para renovar y de su continuidad o no dependerá parte de la planificación. Obviamente es un activo importante para el club, pero su elevada ficha puede dificultar su renovación, ya que esta campaña no ha sido tan determinante como marcan sus emolumentos. Si quiere seguir, es probable que deba aceptar una reducción de su sueldo.
El que sí que está en la rampa de salida es Steven Enoch. El pívot estadounidense ha agotado su crédito en una temporada en la que en lugar de progresar ha dado varios pasos hacia atrás. Tiene cualidades físicas y talento de sobra, pero se ha estancado y sus carencias defensivas son un problema para el equipo, que ha sufrido todo el año para defender su aro. En cuanto a Díez y Kurucs, su futuro es incierto, aunque la temporada del primero ha sido más convincente que la del segundo.
Posibles ventas
Los nueve jugadores restantes cuentan con un año más de contrato, aunque algunos, como el técnico Joan Peñarroya, tienen opciones de corte en caso de que el club desee prescindir de ellos. Ese apunta a ser el caso, por ejemplo, de Heidegger y Hommes, que tienen difícil su continuidad por su bajo rendimiento. El primero llegó como fichaje de urgencia por la marcha de Henry y no ha logrado consagrarse como un suplente de garantías para Thompson, mientras que Hommes, además de la operación de rodilla a la que debe someterse, no ha ofrecido un rendimiento diferencial para ocupar una de las dos valiosas plazas de extracomunitario.
Quienes sí que han rendido a un altísimo nivel son Darius Thompson y Markus Howard, dos piezas que al club le gustaría tener mejor atadas y que pueden dejar Vitoria-Gasteiz. La cláusula de salida de Thompson, cifrada en algo más de 500.000 euros, es perfectamente asequible para los presupuestos más elevados de la Euroliga y tanto Virtus Bolonia como Armani Milán ya han mostrado interés en él. El club quiere renovar su contrato y elevar la cláusula, pero la decisión dependerá del base estadounidense. Algo más factible podría ser la continuidad de Howard, que en cualquier caso también tendrá numerosos pretendientes. La naturaleza vendedora del Baskonia hace pensar que se producirá alguna salida importante en verano.
Raieste, Costello, Sedekerskis, Kotsar y Marinkovic son sobre el papel los que más opciones tienen de seguir defendiendo los colores azulgranas el próximo curso, con contratos que si el club pretende mantener más allá de 2024 tal vez intente renovar en verano. Eso sí, los precedentes indican que en el Baskonia cualquier cosa puede ocurrir de aquí al inicio de la temporada.