El Fuenlabrada vive un situación desesperada que le puede conducir a la LEB Oro después de diecisiete campañas consecutivas en la Liga Endesa. El equipo del sur de Madrid consiguió romper el pasado fin de semana ante el Bilbao Basket una pésima racha.
Y es que el actual colista de la ACB llegó a encadenar desde el pasado 5 de noviembre cuando se impuso al Manresa en casa (101-97) la friolera de 19 derrotas consecutivas, que suponen la segunda peor racha histórica en la ACB tras las 24 del Caja de Ronda en la campaña 1987-88.
El club ha tomado decisiones que no han conseguido revertir esta tendencia negativa y el Fuenlabrada se enfrentará esta noche al Baskonia con su tercer entrenador (Josep María Raventós, José Luis Pichel y Óscar Quintana) y después de haber utilizado hasta ahora 21 jugadores.
Frente al Bilbao Basket dio comienzo esa racha funesta de derrotas y precisamente contra los hombres de negro el Fuenlabrada consiguió ponerle fin hace dos jornadas. Al menos, ese día se cumplieron los deseos de su actual técnico, Óscar Quintana, quien esperaba que el equipo diera “un paso adelante” para sumar un triunfo que alimentaría la esperanza de la salvación.
La permanencia está a cuatro victorias más el 'average' cuando tan solo restan seis partidos para la conclusión de la liga regular
Pese a la victoria, el horizonte del conjunto fuenlabreño es aún oscuro. Bastante oscuro. Y es que la permanencia aún está a cuatro victorias tras el triunfo de la pasada jornada del Manresa ante el Granada. Una brecha, muy, muy grande cuando tan solo restan seis encuentros hasta la conclusión de la fase regular. El descenso acecha de nuevo.
Y es que, lo cierto es que el equipo fuenlabreño lleva ya algunos años en situación inestable porque en la temporada de la pandemia estaba en puesto de descenso cuando se paró la competición y ya había acumulado una racha de diez derrotas consecutivas y la pasada temporada se salvó en la última jornada.
En la génesis de todo están los problemas económicos que afectan al día a día del club y que provocaron que piezas claves en la confección de la plantilla en verano como Clevin Hannah, Jeremy Senglin o Dusan Ristic abandonaran el equipo sin haber podido dar su mejor nivel.
Savkov, de vuelta a Vitoria
Además, el joven Bassala Bagayoko, pilar defensivo y en el rebote, sufrió una lesión grave en la rodilla que le dejó fuera para toda la temporada. Tampoco cuajó en el equipo Pavel Savkov. El joven canterano del Baskonia, que recaló en el Fuenlabrada al inicio del curso en calidad de cedido, regresó a Vitoria a mediados de enero ante la falta de oportunidades.
Además, Óscar Quintana, con fama de apagafuegos, no termina de contagiar carácter y capacidad de reacción. Al técnico cántabro le sobra carisma para liderar grupos y dispone de recetas muy válidas para levantar el ánimo de vestuarios en derribo. Vive el baloncesto con tanta pasión que llegas a temer por su salud. Disfruta del fragor de la batalla, de la competición en sí, del cuerpo a cuerpo... lo que le mata es la rutina.
El actual preparador del Fuenlabrada ya tiene experiencia en dirigir equipos desahuciados como hiciera en su día con el propio Fuenlabrada, Manresa, Murcia, Betis y Morabanc Andorra.
Novak, apartado
De momento su llegada a finales de enero no ha servido para levantar el ánimo a un grupo lastrado por las polémicas internas, que tienen apartado al base Jovan Novak, máximo asistente de la Liga Endesa, y que no termina de engarzar su juego colectivo, pese a que el club encontró piezas interesantes en el mercado que están aportando llamativos números individuales como Prince Ali (11,9 puntos), que empezó el curso en Granada, Ken Horton (9,1 puntos y 3,7 rebotes) o Keanu Pinder (17,8 puntos, 5,8 rebotes, 5,4 faltas recibidas y 19 de valoración).
El caso de este último, pívot estadounidense llegado de Australia después de que el deseado Willie Reed no pasara los exámenes médicos, es destacable ya que en los cinco partidos que ha jugado sus promedios son de jugador del máximo nivel, pese a que una lesión en el hombro le tuvo parado.
