Baskonia y Anadolu Efes firmaron este viernes una auténtica oda al baloncesto. Y en un festival repleto de jugadas plásticas dignas de videojuego y un marcador que no dejó de sumar puntos, el Baskonia se ciñó a su innato carácter para rubricar una victoria de indiscutible mérito. Y uno de los protagonistas de la gesta ante el cuadro otomano fue Costello, que ofreció una de sus mejores actuaciones de su carrera.

El polivalente pívot baskonista se echó el equipo a las espaldas cuando el Efes ampliaba las distancias en el marcador y sus dentelladas finales resultaron decisivas para lograr la victoria. El de Michigan firmó 33 puntos en una noche repleta de raza y carácter ganador. Costello no escatimó esfuerzos y se sumó a la fiesta vivida en el Buesa Arena.

Su ímpetu contagió al resto de los compañeros durante toda la contienda y su precisa muñeca fue letal. Anotó cinco triples de los ocho intentados, puro oxígeno para los de Peñarroya. También sostuvo al equipo bajo los dos aros, donde también contribuyó en el apartado de unos rebotes que llevaron la firma de Giedraitis.

Y es que la titánica actuación baskonista ante el Efes no solo fue de récord para Costello. Giedraitis se adueñó de 18 rebotes, su plusmarca personal en este apartado. De hecho, esta misma fe para crecer desde los rebotes mermó a los de Ergin Ataman, que pese a sus centímetros en el cinco no fueron capaces de marcar diferencias en el físico.

Reacción de carácter

Quien también contribuyó a la remontada ante el Efes fue Thompson. El director de orquesta norteamericano hizo y deshizo a su antojo y fue una pieza indetectable para el conglomerado defensivo turco. Se convirtió en el jugador más valorado con un total de 36 puntos y también logró un doble-doble histórico. Además de sus 19 puntos, el base de Tennessee repartió 16 asistencias, una contribución impagable.

La reacción del Baskonia se dio en una semana opacada por la situación personal de Pi Henry, lo que todavía da más mérito al épico triunfo ante el Efes. El vigente campeón de la Euroliga hincó a la postre la rodilla ante un titánico anfitrión azulgrana que se vació en pos de una victoria memorable.