Lo imposible se hizo posible en el Buesa Arena. No por conseguir una victoria contra el Partizan, sino por la manera en la que se consiguió, en un partido loco en el que el Baskonia sufrió lo indecible, estuvo en numerosas ocasiones contra la lona, pero en todas consiguió levantarse y se encomendó a un mágico Markus Howard que, con 33 puntos, protagonizó un recital y llevó hasta el éxtasis a la afición baskonista.

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Épica victoria del Baskonia ante el Partizan Alex Larretxi

El conjunto gasteiztarra se encontró desde el inicio con un Partizan muy físico y sólido en defensa, que consiguió anular el ataque local durante los primeros minutos y ganar la batalla bajo los aros gracias a la potencia de Lessort. En una buena lectura de las debilidades baskonistas por parte de Obradovic, el cuadro serbio percutió en el juego interior azulgrana, diezmado por la baja de Steven Enoch, y a los cinco minutos de juego Kotsar se encontraba ya en el banquillo con dos faltas y el Partizan comandaba el encuentro 7-14 con siete puntos de Lessort. Tras ello, Leday tomó su relevo en idéntica tarea y estiró la ventaja visitante hasta el 14-23 ante la falta de soluciones por parte del Baskonia.

Viendo que en la pintura el rival estaba ganando la partida, Peñarroya le dio una vuelta de tuerca a la estrategia de su equipo y sorprendió a Obradovic con un quinteto con tres pequeños, haciendo coincidir a Thompson, Howard y Kurucs en la cancha. Con esta combinación, los gasteiztarras protagonizaron un festival de triples en los primeros minutos del segundo cuarto, liderados por un Howard encendido y sin restar mérito al excepcional trabajo de Costello y Sedekerskis bajo los aros ante oponentes con más centímetros. El exterior estadounidense igualó el choque con un triple (30-30) y Kurucs puso al equipo por delante con otro más. El Partizan, de nuevo con sus titulares sobre la cancha, logró bajar las revoluciones del encuentro y los fallos desde el perímetro, como era lógico, empezaron a llegar, pero eso no impidió que los alaveses se marcharan al descanso con un 46-42 a favor gracias a sus 32 puntos y 7 triples del segundo cuarto.

La exhibición anotadora del Baskonia en ese segundo parcial no hizo que el Partizan cambiara su plan de partido. Los de Obradovic siguieron insistiendo en buscar a Leday y a Lessort en la zona, pero el Baskonia logró contener mejor a los interiores visitantes que en la primera parte por medio de ayudas y un punto más de intensidad. Al ver que su estrategia hacía aguas y que los locales se escapaban (55-48), al Partizan no le quedó más remedio que abrir la cancha y demostró que también sabe anotar desde fuera. Punter, con sus acciones individuales, recortó diferencias y los interiores Leday y Vukcevic demostraron también tener buena mano desde el perímetro, logrando así llegar por delante al cuarto decisivo con el 67-68.

Un final de absoluta locura

Al Baskonia se le empezó a complicar el partido cuando Howard, su jugador más entonado, se marchó al banquillo con cuatro faltas a algo más de siete minutos para el final. Se situó el Partizan 70-76 arriba, pero la diferencia no superó esos seis puntos y el Baskonia logró mantenerse cerca e ir respondiendo a los zarpazos de Punter y Leday. El partido se enfangó por las faltas, las interrupciones y algunas decisiones arbitrales más que dudosas para ambos lados. En ese terreno y pese a tener cuatro faltas cada uno, ambos equipos se encomendaron a las acciones individuales de Howard y Punter. Y así se llegó a unos últimos 24 segundos trepidantes. Punter puso el 82-86 con un genial tiro de media distancia, Thompson respondió con un triple lejanísimo que daba esperanzas a los baskonistas. Nunnally metió dos tiros libres (85-88), le hicieron falta a Howard, que falló uno, pero Nunnally también falló otro a falta de seis segundos (86-89). Howard corrió toda la cancha y sobre la bocina, esquinado hacia la izquierda, forzó la prórroga llevando el éxtasis a la grada del Buesa Arena.

Aún quedaba trabajo por hacer y se lo recordaron Madar y Lessort con cinco punto seguidos al empezar la prórroga. Howard, aún con la muñeca caliente, respondió y puso a su equipo por delante alcanzando los 33 puntos anotados (96-94) y el Partizan, con las expulsiones por acumulación de faltas de varios de Exum y Papapetrou, se fue desinflando. Costello puso el 99-96 con un rebote ofensivo tras fallo de Thompson y el propio Costello cerró el rebote defensivo definitivo a 11 segundos del final para sentenciar desde la línea de tiros libres. Marinkovic se encargó de poner la guinda ante su exequipo y el 103-96 definitivo a la contra para asegurar el triunfo baskonista.