Al final no hubo milagro. El Valencia Basket no pudo echar el cable que necesitaba el Baskonia y los azulgranas se quedan fuera de la Copa del Rey. El triunfo de los de Peñarroya ante el Tenerife por 78-80 fue insuficiente para los intereses de la escuadra gasteiztarra. Adiós al torneo fetiche, ese que el conjunto vitoriano ha levantado hasta en seis ocasiones y del que fue un claro dominador en el inicio de siglo.

Ya no lo es. Buena prueba de ello es que con esta nueva eliminación de la cita copera, el inquilino del Buesa Arena acumula ya tres ausencias en las últimas ocho participaciones. Otro disgusto. Es lo que tiene depender de terceros. No ha podido ser como muchos aficionados baskonistas deseaban y finalmente ha sido el Tenerife el que se ha hecho con el último billete disponible para la Copa de Granada.

Tocará ver los toros desde la barrera por no haber hecho los deberes a tiempo. Y es que el Baskonia ha estado toda la primera vuelta sobre el alambre. Primero con Dusko Ivanovic y después con Neven Spahija, el conjunto gasteiztarra ha flirteado en todo momento con el abismo y al final se ha producido la fatal caída.

Y eso que el inicio de temporada en la ACB fue notable. El triunfo en una complicada cancha como Valencia (67-72) y después otro en casa ante el Valencia (67-72)Fuenlabrada invitaban a soñar. Pues no, la pesadilla comenzó a continuación cuando el Baskonia tan solo fue capaz de ganar dos de los siguientes ocho compromisos, ambos en casa, primero ante el Obradoiro en la quinta jornada (91-70) y después al Unicaja con mucho sufrimiento en la novena (92-89). Otra derrota en la décima jornada en Gran Canaria pondría fin a la tercera etapa de Ivanovic en el Baskonia.

El balance en la competición doméstica en la ACB era de cuatro triunfos y seis derrotas en el ecuador de la primera vuelta con el técnico montenegrino. La Copa estaba muy cara y su relevo, Neven Spahija, estaba obligado a firmar una gran remontada si quería meter al equipo entre los ocho mejores al término de la decimoséptima jornada. El técnico croata estaba obligado a ganar entre cinco o seis partidos de siete para sacarse el billete a la cita en la capital andaluza.

Una remontada muy difícil

Complicado. Más si se tenía en cuenta que uno de esos siete partidos era en un fortín prácticamente inexpugnable como el Palau. Le tocaría hacer pleno en el resto si se caía en Barcelona a un equipo que firmaba hasta entonces un 40% de victorias en la ACB. Difícil.

Sin embargo, la llegada de Spahiha devolvió la ilusión a la parroquia azulgrana. Los resultados comenzaron a llegar con cuatro victorias consecutivas, entre ella una incontestable ante el ogro blaugrana en la ciudad condal por 78-91. Junto a ese manotazo encima de la mesa, el Baskonia superó además al Andorra (83-77), Bilbao Basket (101-86) y Betis (83-77).

Lo que parecía una quimera ya no lo era tanto. La Copa estaba a tiro. Quedaban tres partidos: Zaragoza y Breogán a domicilio, y Burgos en casa, y con dos triunfos se estaba dentro de forma matemática. Pues bien, el Baskonia falló y con estrépito. Primero tras caer de forma bochornosa en la capital maña (97-79) y después en Lugo (89-83) en un partido en el que no fue capaz de competir al nivel esperado con lo que había en juego.

Esa derrota puso la rubrica definitiva, pero el fiasco ya se había perpetrado mucho antes. Las claves del mismo son varias. Una de ellas, la principal, ha sido la irregularidad de este Baskonia a domicilio. La escuadra azulgrana ha bajado muchos enteros lejos del amparo de su público.

Buena prueba de ello es que de nueve partidos lejos de casa ha caído en seis, los ya citados de Zaragoza y Lugo junto a los de Joventut (72-61), Manresa (74-67), Murcia (80-79) y Gran Canaria (83-77). Sorprende que de las victorias fuera además, dos hayan llegado ante equipos aspirantes al título como Barça y Valencia, junto a un colista Betis. Increíble que tumbe a potentes escuadras y luego no haya dado la talla ante rivales de menor entidad.

Tampoco la dio en partidos cruciales. Y es que al de Lugo, hay que añadir el choque ante un rival directo como el Tenerife en el Buesa. Entonces, los de Ivanovic habían remontado, tenían el partido encarrilado y finalmente lo dejaron escapar. Una derrota clave. Así se ha demostrado finalmente.

Fuera de la Copa. Una vez más. La pujanza del Baskonia . Tres ausencias en ocho años, tiempo en el que tan solo ha sido tres veces cabeza de serie. En las dos restantes entró con apuros. Esta temporada ni eso.