El Real Madrid fue demasiado para un Bitci Baskonia que regresaba a la competición tras dos semanas parado por un brote de covid-19 en la plantilla y sin apenas haber podido completar entrenamientos en grupo para preparar su visita al WiZink.

Al conjunto azulgrana le faltó la energía y físico necesarios para poder competir de tú a tú a una de las plantillas más poderosas de Europa, algo que acusó especialmente en la pelea por el rebote y a la hora de defender a los jugadores locales, que se dieron un festín anotador y no echaron en falta la ausencia de Tavares.

Como adelantó antes del encuentro, Spahija apostó por alinear a Peters en el quinteto inicial en su estreno esta temporada tras su lesión de rodilla. El norteamericano, sin embargo, tuvo la mala suerte de tener que bailar con la más fea. Yabusele, crecido tras su reciente renovación con el Real Madrid, se convirtió ayer en un dolor de cabeza constante para el Baskonia, que no supo atar en corto al corpulento francés.

El ala-pívot entró encendido y fue el encargado de comenzar a poner tierra de por medio con el Baskonia. Su primer cuarto fue para enmarcar, con 13 puntos y sin fallar ningún tiro de campo, aunque también es cierto que los gasteiztarras no le pusieron excesivas dificultades. Los de Spahija acusaron la falta de ritmo de competición y se mostraron más blandos de lo habitual, concediendo 25 puntos en cada uno de los dos primeros cuartos.

FULMINADOS EN LA PINTURA

El conjunto azulgrana tenía una buena oportunidad de hacer daño en la zona con la baja de última hora de Tavares por covid-19, pero no la aprovecharon. El Real Madrid supo solventar bien la papeleta con Poirier como único pívot y el trabajo de Randolph, Yabusele y Thompkins, este último en su primer partido tras su larga lesión que le ha mantenido más de medio año alejado de los pabellones. Enoch, Costello y Peters sufrieron en defensa para pararlos y no sacaron partido de sus centímetros en ataque.

De hecho, tras un buen inicio de segundo cuarto, el Baskonia tuvo la oportunidad de colocarse a solo cuatro puntos con 34-28 en el electrónico, pero Enoch falló una bandeja fácil solo bajo el aro y Randolph respondió en el otro lado de la cancha. No fue el único error de bulto del Baskonia en la primera mitad, ya que el propio Enoch y Alec Peters fallaron dos mates cantados por intentar machacar el aro con excesiva energía.

El caso es que, tras dicha bandeja fallada por Enoch, el Madrid encadenó un parcial de 14-3 que le permitió marcharse a vestuarios con una cómoda ventaja de 50-35.

La segunda parte siguió por los mismos derroteros, con un Baskonia incapaz de cerrar su propio aro. Llegó al fin el primer fallo en el tiro de Yabusele, pero Poirier y Causeur se encargaron de castigar la permisividad de Enoch, provocando que Spahija lo sustituyera inmediatamente por Costello, único pívot de recambio tras la marcha de Nnoko.

Con el de Míchigan en la cancha el Baskonia logró frenar la sangría de puntos en la pintura, pero los vitorianos siguieron al merced del Real Madrid. Dos triples de Costello los acercaron momentáneamente con el 61-48, pero entre Abalde y Randolph lograron una ventaja de 69-50 al final del tercer cuarto que sentenciaba la contienda.

El Baskonia no bajó los brazos en el último cuarto y siguió apretando a un Real Madrid que bajó una marcha, pero en ningún momento perdió el control del partido. Esta relajación permitió al Baskonia acercarse a 11 puntos con el 75-64, pero dos triples de Abalde y Taylor dejaron claro que el cuadro local no tenía ninguna intención de dejar escapar un triunfo por 89-74 que les sirve para colocarse como líderes de la Euroliga y mantener su imbatibilidad en el WiZink Center.

El Baskonia, por su parte, se aleja de los puestos de play off, aunque no es eso lo que debe preocuparle, sino los dos encuentros fundamentales que tiene la semana que viene contra el Río Breogán y el San Pablo Burgos para intentar conseguir el billete para la Copa del Rey de Granada.

El duelo contra el Madrid, así como la visita al Morabanc Andorra el próximo domingo, deben servir a los de Spahija para recuperar ritmo de competición y llegar a Lugo en las mejores condiciones posibles. De momento, falta combustible.