Neven Spahija ya quiso dejar claro al término del partido ante el Fenerbahce que no había ningún motivo extradeportivo para no utilizar a Marinkovic y que la ausencia del serbio se debía única y exclusivamente a su intención de utilizar tan solo diez jugadores como máximo por encuentro.

Así había ocurrido dos días antes en el duelo ante el Efes, siendo también el escolta de Belgrado el sacrificado, y el domingo en Sevilla frente al Betis, aunque esta vez al que le tocó ver todo el partido desde la barrera fue a Nnoko.

Con diez es suficiente. Este número permite no cargar en exceso de minutos a los jugadores y todos ellos cuentan además con una notable presencia sobre la pista para poder aportar lo suficiente. Y es que el peligro de meter muchos más jugadores sobre el parqué podría conllevar que algunos no entrasen ni en calor.

Spahija quiere a todos los que vaya a poner en pista activos y frescos. Por eso, tal y como ha recalcado en más de una ocasión no le gusta que ninguno de sus pupilos dispute más de 30 minutos por partido. El de Sibenik reparte la presencia de los suyos en cancha con el objetivo de que todos lleguen con la batería suficiente al final del partido. Además, de este modo, se evitan también sobreesfuerzos de cara a futuros compromisos.

Muchos esfuerzos continuos

Es clave dosificar esfuerzos en una temporada tan larga y con semanas en las que hay hasta tres partidos. Una buena muestra de las intenciones del técnico baskonista con las rotaciones en los partidos quedó claramente plasmada en el choque de la ACB ante el Betis del pasado domingo.

El croata utilizó diez jugadores como le gusta. Ninguno superó los 30 minutos, siendo Baldwin el más utilizado con 29:54, mientras que en el bando contrario se sitúo Lamar Peters con 10:06. Otra de las peculiaridades vistas ante el conjunto verdiblanco es que utilizó dos jugadores por puesto y que sus hombres no alternaron posiciones.

Si salían en el puesto de dos, no ejercieron de tres, ni tampoco de uno y viceversa, al igual que el que actuó de cuatro no disputó minutos ni de tres ni de trescinco, pese a la polivalencia de algunos de los integrantes de la plantilla azulgrana.

Ante el Betis, Granger y un Kurucs que cada día por su actitud y entrega juega más minutos, se repartieron la dirección del juego. 22:06 minutos para el uruguayo y 17:04 para el joven canterano. Entre ambos suman los 40 de un partido.

Otro tanto de lo mismo ocurrió con el puesto de escolta entre Baldwin (29:54) y Peters (10:06) y en las tres demarcaciones restantes. Marinkovic, que esta vez no ejerció de escolta, compartió el tres. El serbio jugó 14:17 minutos y el lituano los 25:43 restantes.

El alero báltico, pese a poder jugar de cuatro no actuó ni un minuto en esa posición. Ese puesto quedó exclusivamente para su compatriota Tadas Sedekerskis (14:27) y el italiano Fontecchio, que esta vez ni apareció por el puesto de tres, .

Por último, Costello, que podría haber alternado en la zona como cuatro o cuatro cinco, fue utilizado por Spahija en esta última demarcación, repartiéndose los minutos con Enoch, 13:03 el primero y 26:57 el segundo. Así son las rotaciones de Spahija.

El preparador balcánico utilizó ante el Betis dos jugadores para cada posición, sin que ninguno de ellos alternara con ninguna otra

Kurucs va ganando presencia en la dirección de juego, Marinkovic jugó de ‘3’, Fontecchio actúa cada vez más como ‘4’ y Costello de ‘5’