Pierria Henry, que aterrizó en el Baskonia en el verano de 2019, se ganó pronto el cariño del público gracias a su carácter afable fuera de los pabellones y a su espíritu guerrero cada vez que se enfundaba la camiseta azulgrana. Con la llegada de Ivanovic, Henry llevó su baloncesto a otro nivel y dejó de ser únicamente un especialista defensivo para marcar diferencias también en ataque con su visión de juego, capacidad de sentar rivales con sus quiebros y oportunismo para aparecer en los momentos decisivos y resolver partidos. Sin embargo, el norteamericano optó por hacer sus maletas el pasado verano en su mejor momento y fichar por el Fenerbahce, rompiendo algún que otro corazón. A pesar de que en Estambul se ha vuelto difícilmente reconocible sin sus características rastas y vestido de amarillo y negro, sus palabras a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA muestran que sigue siendo el mismo Henry de siempre.
¿Qué tal le están yendo las cosas en el Fenerbahce?
-Está siendo apasionante. Me han recibido con los brazos abiertos y me estoy encontrando muy cómodo y disfrutando de la experiencia. Ahora ha venido mi hija, que está estudiando en Estados Unidos, y el partido contra el Baskonia va a ser el primero en el que me va a poder ver con el Fenerbahce, por lo que estoy muy ilusionado.
De momento le está costando conseguir los números que tenía en el Baskonia. ¿Por qué?
-Yo creo que se debe simplemente a que mi rol en el equipo es diferente, estoy aprendiendo de los veteranos. En el Baskonia solo podía fijarme en Zoki (Dragic) y Achille (Polonara), yo era de los más veteranos. Ahora tengo a Vesely y a Nando De Colo, que llevan mucho tiempo jugando al máximo nivel. También tengo un entrenador diferente y lleva un tiempo ganarse su confianza cuando llegas a un equipo nuevo. En cualquier caso, me dan igual mis números y mi rol si puedo ayudar al equipo a ganar títulos. Si tengo que defender, lo haré con una sonrisa, y si tengo que dar un paso al frente en ataque porque mis compañeros no están acertados, confío plenamente en mis capacidades y estaré ahí para generar mis propios puntos.
¿Le dolieron los pitos que se escucharon en la dura derrota en casa contra el Armani por 43-68?
-Desde luego, siempre que pierdes de una manera tan abultada delante de tu afición es un golpe duro y una lección aprendida. Considero que nos vino bien que nos pusieran a prueba para darnos cuenta de que no iba a ser una temporada fácil y que teníamos mucho por trabajar y mejorar. Así es el baloncesto, a veces vives momentos duros, pero hay que ser capaz de levantarse y seguir luchando.
"Fue impagable todo el amor que recibí fuera de la pista en Vitoria y que mi hija creciera en paz"
¿Tiene ganas de enfrentarse al Baskonia?-Muchas. Va a ser algo raro al principio, porque me encontraba muy cómodo vistiendo de azulgrana, pero siempre es bonito reencontrarse con personas a las que quieres, hace que el partido sea más divertido y más intenso. Eso sí, al final del día sigue siendo baloncesto y tengo que jugar igual que contra cualquier otro rival.
El que faltará mañana es Ivanovic. ¿Qué importancia tuvo Dusko en su crecimiento?
-Fue muy importante, me dio galones, el control del equipo y libertad para hacer mis jugadas y anotar. Me puso a prueba mental y físicamente y yo acepté el reto. Agradezco el tiempo que pasé con él, me hizo mejor jugador, eso seguro.
"Dusko Ivanovic me puso a prueba física y mentalmente, y yo acepté el reto"
¿Cuáles son sus mejores recuerdos de su etapa en Vitoria?-Con diferencia, el mejor fue ganar el título de la ACB, todo el camino que hicimos durante el play off hasta lograr el campeonato fue increíble. Después, me quedo con la experiencia de haber podido ver crecer a mi hija en una ciudad preciosa y tranquila como la vuestra. Todo el amor que percibí fuera de la cancha y el hecho de que mi hija pudiera sentirse en paz y ser ella misma es impagable. Tengo muchísimos buenos recuerdos, no puedo quedarme solo con uno.
¿Ha cambiado su vida en Estambul esta temporada?
-Sí, ahora es totalmente diferente. Es una ciudad muy grande, con muchas cosas para hacer que me empujan a pasar más tiempo fuera de casa. Eso sí, a veces con el tráfico tan malo que hay se te quitan las ganas.
"Me dan igual mis números y mi rol si puedo ayudar al equipo a ganar títulos"
El mayor cambio es su peinado. ¿Por qué se quitó las rastas?-Ya había estado en Turquía antes, cuando jugué en el Tofas Spor, y en aquella etapa llevaba el pelo corto, así que decidí volver a ese corte de pelo para que me reconocieran mis amigos de Turquía (risas). Aquel año me fue bien con el pelo corto, así que, ¿por qué no recuperarlo?
¿Fue difícil tomar la decisión de dejar el Baskonia y fichar por el Fenerbahce?
-Sí, desde luego, pero al final esto es un negocio. Tuve una oferta para renovar, pero necesitaba nuevos retos, un rol diferente. Además, mi hija estaba creciendo y quería que su futuro estuviera asegurado, tuve que considerar distintos factores. Pero volvería, si me quisieran de vuelta me encantaría regresar al Baskonia algún día.
"Me he quitado las rastas porque la anterior vez en Turquía me fue bien con el pelo corto; ¿por qué no recuperarlo?
¿Qué clase de encuentro espera esta noche?
-Va a ser un partido al estilo Baskonia. Es decir, con mucha pelea e intensidad en los dos lados de la cancha. Ellos van a salir a presionarnos y a intentar anotar canastas fáciles en transición.
¿Le han dado algún consejo a sus compañeros Polonara y usted?
-Por descontado. Todo lo que podamos aportar para ganar el partido lo tenemos que aprovechar. A la hora de analizar al rival hemos puesto nuestro grano de arena e información sobre los jugadores del Baskonia que conocemos.
¿Tiene algún mensaje para los baskonistas antes del partido?
-Simplemente un te quiero (en castellano). Lo digo con todo mi corazón. Me gustaría agradecer todo el apoyo y el amor que me dieron mientras estaba allí, e incluso ahora que estoy fuera la gente me sigue mandando recuerdos y mostrando su cariño. No puedo esperar a volver a sentir su energía y escucharles en el partido de vuelta.