Una vez más, los pívots del Bitci Baskonia se quedaron pequeños ante sus pares. Si hace una semana fueron los interiores del Real Madrid los que se merendaron a los hombres de la pintura de Ivanovic, esta vez fueron arrollados por los del Maccabi.

No hubo color. Y si lo hubo fue el amarillo del conjunto hebreo. Los Reynolds, Williams y Zizic supieron sacar provecho de su superioridad física para imponerse con autoridad en la batalla bajo los aros. Pálidos en la pintura. Así se quedaron los Sedekerskis, Costello, Enoch y Nnoko. Víctimas de una pelea desigual.

El músculo de los jugadores interiores del Maccabi acabó sacando los colores a los pívots azulgranas. Encogidos. La imagen de Reynolds sacando bola tras una canasta más adicional que ponía a su equipo 12 arriba (44-56) dejó bien a las claras el hambre y la intensidad con las que actuaron unos y otros. Enchufados los pupilos de Giannis Sfairopoulos, muy apocados los de Ivanovic.

Los números lo dejan claro. Batidos en todos los aspectos de la estadística. Y por mucho además. Entre los cuatro interiores del Baskonia tan solo sumaron 28 puntos -Sedekerskis (0), Enoch (5), Nnoko (10) y Costello (13)-, frente a los 53 logrados por los tres del cuadro de Tel Aviv -Zizic (16), Williams (21) y Reynolds (16)-.

La diferencia en el rebote también fue abismal. De casi el doble, al coger tan solo diez rechaces los pívots del Baskonia, frente a los 16 capturados por los del Maccabi. Además, varios de esos rechaces fueron atrapados en ataque, lo que permitió al conjunto hebreo conseguir canastas fáciles bajo canasta. Así se entiende el espectacular porcentaje de tiros de 2 logrado por la escuadra hebrea. Acabaron el partido con un 62,5% (25/40) frente a un discreto 46% del conjunto gasteiztarra (17/37). Porcentaje por cierto que llegó a ser del 88,9% al término del primer cuarto (8/9) y de un 75% al descanso (15/20). Muy superiores.

Dueños y señores de la zona. Un campo vedado para los pívots del Baskonia. Buena prueba de ello, es que por ejemplo en el segundo cuarto, mientras los pívots del Maccabi lograron 13 puntos, casi todos ellos en la cercanía del aro, los 8 del Baskonia llegaron merced a dos triples de Costello y dos tiros libres de Nnoko. Nada de pelea en la zona. Sin tocarla casi. Así se entiende por ejemplo que mientras los tres pívots del conjunto israelí forzaron 13 faltas, los cuatro del Baskonia sacaron tan solo cinco. Arrollados. La valoración final de unos y otros así lo refleja. 20 réditos para los cuatro baskonistas frente a los 67 de los tres del Maccabi. Reynolds se fue hasta los 20 en este aspecto en solo 19 minutos, gracias a sus 16 puntos, 5 rebotes y 6 faltas recibidas. Él solo ya aportó más que todo el juego interior de Ivanovic ayer. No hubo color. Descoloridos. Pálidos en la pintura.