Regresó el baloncesto al Buesa Arena pero el Baskonia tan solo estuvo de cuerpo presente sobre la cancha de Zurbano. Ni su físico ni su mente tan dispersa por los complejos acontecimientos de los últimos tiempos le permitieron responder como un partido al más alto nivel exige. El equipo vitoriano mostró un deseo por momentos encomiable, aunque la cruda realidad de su escaso ritmo competitivo así como el delicado parte de guerra hicieron inviable un triunfo virtualmente inalcanzable antes del salto inicial.

El Joventut no necesitó grandes alardes para someter a un Baskonia plano, pesado y huérfano de los automatismos suficientes como para desplegar un baloncesto con cierto rigor. Entre algunas sensibles bajas que redujeron el abanico de alternativas (Peters y Fall), los muchos jugadores faltos de fondo físico y la escasa química a nivel colectivo tras tantos días alejado de la rutina habitual de cualquier equipo profesional, sobrevino una derrota incontestable que pone nuevos palos en las ruedas de cara a la conquista de la cuarta posición de la fase regular.

Quizás dicho objetivo sea lo de menos en este instante ante la urgente necesidad de que el plantel azulgrana recupere paulatinamente la forma y las caras nuevas vayan integrándose en el engranaje de Dusko Ivanovic. A corto plazo, desde luego, pintan bastos porque casi habrá más partidos que entrenamientos para recuperar las virtudes extraviadas.

El Baskonia quiso pero no pudo. Nada se le puede reprochar a un colectivo que bastante hizo con plantear algo de oposición. La suya fue una lucha estéril contra sí mismo desde el salto inicial. Fue el vitoriano un grupo cogido con alfileres al que le costó sostenerse en pie. Cada canasta costó un mundo mientras Ivanovic estableció una jerarquía inusual en las rotaciones.

Giedraitis -el lituano estuvo especialmente desafortunado- y Dragic, ambos con síntomas de haber sufrido el covid-19 viendo sus evoluciones sobre la cancha, fueron suplentes para hacer hueco a Kurucs y Raieste. El cinco titular del técnico montenegrino, en el que figuraron el reaparecido Jekiri y los dos canteranos que apenas han entrado en sus planes hasta la fecha, ya fue sintomático de los graves problemas padecidos por un Baskonia de absolutas circunstancias.

Jugadores con la lengua fuera casi desde el segundo cuarto y convertidos en una sombra de sí mismos pese a que Ivanovic movió el banquillo más de lo habitual. Encefalograma plano en ataque, nula chispa... Un escenario previsible que se apreció con toda su crudeza en el arranque del segundo cuarto con un parcial de 0-13 a favor de la Penya.

Fueron únicamente dos las bajas (Peters y Fall), aunque también quedó claro el precario estado físico del resto del plantel. Para colmo de males, el Baskonia fue incapaz de crear ventajas desde el bloqueo directo y adoleció de puntería en los tiros abiertos. Ivanovic acertó de pleno cuando habló de la que la visita del Joventut sería el encuentro más difícil de los que restan por disputar.

Henry y Polonara trataron de sostener a un conjunto vitoriano con más corazón que cabeza, reo de sus pérdidas inocentes y casi siempre uno o dos segundos tarde a la hora de puntear las suspensiones abiertas de los catalanes. Bassas, Ribas y, sobre todo, el emergente Joel Parra causaron un destrozo en la defensa alavesa desde el 6,75. La abrumadora dictadura de Tomic bajo los aros hizo el resto. El gigante croata también estuvo bien secundado por Brodziansky a la hora de hurgar en la herida.

Tras un aseado cuarto inicial, el Baskonia perdió la compostura. Obligado a desempeñar el papel de perseguidor, nunca le cogió el pulso a un partido de perfil árido y con escasas florituras. No es que el Joventut exhibiera un dominio apullante pero sí le bastó con oponer unas mínimas hechuras sólidas para imponer la lógica en el Buesa Arena. Ni siquiera necesitó Carles Durán una versión excelsa de Dimitrijevic ante las facilidades de un anfitrión con entusiasmo pero sin tablas ni continuidad sobre la pista.

Colom, que no encontró socios, firmó un debut de lo más gris, Jekiri distó mucho de ser la roca habitual tras su larga inactividad y el Baskonia, en definitiva, no fue el Baskonia

Ficha técnica:

71 - TD Systems Baskonia (16+16+19+20): Henry (20), Kurucs (7), Raieste (3), Polonara (22) y Jekiri (4) - cinco inicial-, Diop (3), Colom (-), Sedekerskis (7), Giedraitis (1) y Dragic (5).

79 - Joventut Badalona (15+25+19+20): Bassas (8), Ribas (17), Parra (16), Morgan (2) y Tomic (12) - cinco inicial-, Birgander (5), Brodziansky (11), Dimitrijevic (2), Ventura (6), Parrado (-) y Kraag (-).

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Jorge Martínez e Irán González. Señalaron falta técnica a Sedekerskis (min.27). Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima sexta jornada de la Liga Endesa disputado en el Fernando Buesa Arena sin público.