- Hastiado probablemente de las continuas reconstrucciones a las que históricamente se ha visto obligado temporada tras temporada, el Baskonia parece decidido a emprender un cambio de rumbo en su estrategia y apostar por la construcción de un bloque sólido que se mantenga unido durante varios cursos y que pueda crecer a la sombra protectora del sargento Dusko Ivanovic. En esta nueva filosofía adquiere una gran importancia, por ejemplo, la clara apuesta por la cantera y el paso adelante que están dando los jóvenes valores que se han incorporado este ejercicio al primer equipo azulgrana.
Todos ellos acumulan ya muchos años bajo el radar de Zurbano y disponen de contratos de larga duración con la entidad que preside Josean Querejeta. Pero no se trata de un hecho aislado sino más bien de una norma común en la actual plantilla. Y es que únicamente tres de sus integrantes terminan su contrato al mismo tiempo que el actual ejercicio. Una clara minoría que, a priori, garantiza la continuidad del núcleo duro del proyecto.
Las tres excepciones son el italiano Polonara, al que el club ya ha puesto sobre la mesa una oferta de renovación, Zoran Dragic y Pierria Henry. El esloveno aterrizó en Vitoria como refuerzo temporal la pasada campaña y, a su conclusión, aceptó la propuesta de continuar vistiendo un año más la camiseta azulgrana. Se trata de un jugador importante en los esquemas de Ivanovic pero no es desde luego una pieza capital del proyecto. Que se mantenga o no en el Baskonia a partir de junio dependerá en gran medida por lo tanto de los movimientos que puedan producirse en el resto de piezas y todo apunta a que será un asunto que no se abordará en la primera ronda de operaciones.
El tercero en discordia es Henry que, este sí, es una de las prioridades de los despachos de Zurbano. El estadounidense renegoció el pasado verano su contrato y queda libre a la conclusión de esta campaña con una cotización por las nubes. Más alta todavía desde que se ha confirmado que en breve podrá jugar como comunitario tras debutar con la selección de Senegal.
A su mesa llegarán sin dudas infinidad de ofertas interesantes y el Baskonia tendrá que decidir si hace un esfuerzo importante para tratar de retenerlo o renuncia a él y buscar alternativas. Pero en esta disyuntiva entra en juego también el futuro del otro timonel de la nave vitoriana. Porque Luca Vildoza tiene contrato hasta 2024 pero lo cierto es que los cantos de sirena hacia el argentino son cada vez má recurrentes. Tanto los provenientes de los equipos más poderosos de la Euroliga como de la NBA.
Una situación que genera una evidente incertidumbre sobre el futuro de la dirección del equipo en la pista y que obliga a la secretaría técnica de Alfredo Salazar a trabajar con varios escenarios abiertos.
El estadounidense finaliza su contrato este curso y el argentino en 2024 pero los cantos de sirena son cada vez más recurrentes