- La pandemia está acelerando la retirada de algunos jugadores que ya no se ven con excesivas fuerzas para seguir en activo. El último en cortarse la coleta ha sido un viejo conocido del Buesa Arena como Mirza Begic, un pívot esloveno de 2,16 metros que a sus 35 años ha dicho basta tras una última etapa en el KK Mornar Bar montenegrino.

"No quiero ir al extranjero de nuevo. Allá donde estuviera solo, me sentía incómodo. Como resultado, no puedo jugar al nivel que me gustaría. Además, en estas circunstancias, los contratos no son lo suficientemente tentadores para arriesgarme a estar un año o dos sin mi familia", ha explicado para justificar una decisión que llevaba madurando mucho tiempo en su cabeza.

Begic, un interior bastante tierno pese a su enorme estatura que ofreció lo mejor de sí mismo en el Real Madrid, militó durante su carrera en numerosos equipos europeos, entre ellos el Baskonia, que recurrió a sus servicios en la convulsa temporada 2014-15. Al poco de ser despedido Marco Crespi tras una dura derrota ante el Estrella Roja en el Buesa Arena y ser promocionado Ibon Navarro como primer entrenador, la lesión del controvertido Lamont Hamilton abrió la puerta a su llegada con un contrato temporal de un único mes de duración.

En ese corto intervalo de tiempo, Begic convenció al vitoriano y se ganó su continuidad hasta la conclusión del ejercicio. Pese a todo, su presencia no sirvió para cambiar la cara de un conjunto que sería eliminado en cuartos de final de la ACB ante el Unicaja y también firmó un papel decepcionante en la Euroliga. El trotamundos esloveno ha jugado en 15 equipos distintos durante sus 17 temporadas en activo y, como curiosidad, tuvo un paso fugaz de dos días por la NBA. Tras firmar el 14 de octubre de 2015 un contrato con los Pelicans para suplir las lesiones de Omer Asik y Alexis Ajinca, fue cortado a las 48 horas sin disputar ni un solo minuto.