Al Baskonia no le da este curso para rendir en condiciones en las dos competiciones. A su notable papel en la Euroliga le acompaña uno más que decepcionante en la ACB. Tras dar la cara en Europa, al cuadro azulgrana se le ha atragantado luego el torneo doméstico. No ha tenido el cuerpo suficiente para aguantar dos sobreesfuerzos tan exigentes de forma tan seguida.  

Y es que tras brillar en el torneo continental pincha a continuación en la liga española. Ocurrió la pasada semana tras su ejercicio lleno de épica ante el todopoderoso Real Madrid y su naufragio días después frente a un débil Girona.

Una muestra más de algo que se ha convertido en la tónica general a lo largo de esta más que irregular campaña.

En estas últimas semanas ha sido incluso aún más palpable ese bajón de rendimiento entre lo que sucede en el torneo que patrocinan las aerolíneas aéreas turcas y el que cuenta con el apoyo de Endesa. El sufrimiento en la ACB ha sido mucho mayor si cabe tras llegar agotado tanto física como mentalmente al tramo final del campeonato.

La falta de fondo para las dos competiciones ha dejado al Baskonia al borde del abismo en la ACB. Un progresivo desfondamiento que ha dejado al equipo con las baterías al límite. Sin efectivos suficientes para poder competir en condiciones en dos torneos de tanta exigencia.

Y es que durante muchas fases de la temporada se ha visto que al inquilino del Buesa no le daba para más.

La marcha de Mannion, la gran decepción del curso, no se ha cubierto con otro base de garantías Jorge Muñoz

Sin segundo base de garantías

La falta de un segundo base de garantías tras la salida de un decepcionante Mannion provocó que Miller-McIntyre se pegase auténticas palizas partido tras partido.

En el duelo de este domingo al lobo se le vio exhausto, dolorido en su hombro derecho y falto de esa chispa con la que ha sido capaz de dar una vuelta de tuerca a muchos partidos. Ante el Girona no tenía fuelle. Le faltó oxígeno. Sin poder llevárselo a unas piernas muy cargadas.

La ausencia de un relevo de garantías en la dirección del juego no ha sido el único problema estructural del curso.

La baja por lesión de Khalifa no se ha cubierto dejando un agujero en la 'pintura' baskonista Jorge Muñoz

El Baskonia ha acusado la falta de un cinco que intimidase en la zona. De inicio se contó poco con Khalifa Diop, pero una vez que se lesionó en su muñeca faltando casi media temporada no se dio con un sustituto que diese descanso al resto de interiores azulgranas.

Más minutos para el resto. Demasiados en algunos casos si tenemos en cuenta que buena parte de la plantilla ha tenido un papel residual durante muchos partidos.

Theodore no cuenta desde hace semanas para Ivanovic, Chiozza y Raieste muy poco, mientras que un Kotsar venido a menos desde el ecuador del curso juega lo justo. A todo ello hay que añadir que Rogkavopoulos y Díez, pese a que han demostrado en ocasiones ser jugadores válidos para cierto tipo de partidos, no han tenido una presencia en cancha de forma continuada.

Ivanovic da instrucciones a Howard en el partido ante el Real Madrid Jorge Muñoz

La base, seis jugadores

Demasiadas piezas en un segundo plano. Y es que el preparador de Bjelo Polje ha confiado en un núcleo duro muy reducido. Los jugadores que han contado con el beneplácito del preparador montenegrino han sido tan solo Miller-McIntyre, Howard, Marinkovic, Sedekerskis, Costello y Moneke

Pues bien, tras la lesión de este último, Ivanovic se ha quedado con una guardia pretoriana formada por únicamente cinco jugadores, a los que se han ido uniendo puntualmente algunos del resto de esa segunda unidad con escasa aportación.

Por tanto, contadísimos efectivos para poder estar fresco en dos frentes. Queda bien claro que al Baskonia no le ha dado para mantener el nivel en las dos competiciones.

Momento en que Moneke se retira al banquillo tras el esguince Twitter Basketball Sphere

7 derrotas en 12 partidos

Buena prueba de ello es lo sucedido durante estos dos últimos meses en la ACB. Un equipo que en cursos anteriores perdía un partido en la competición doméstica muy de vez en cuando ha sufrido la friolera de siete derrotas en las últimas doce jornadas.

El cuadro azulgrana encadenó tres tropiezos seguidos –Lenovo Tenerife (95-78), Joventut (78-81) y Gran Canaria (98-80)–, después caería a domicilio en Miribilla en el último suspiro con aquel triple letal de Kullamae, en Málaga frente a Unicaja y en Valencia.

Por último, llegó la derrota de este pasado domingo ante el amparo de su público frente a un Girona que, fruto de su mayor intensidad y energía, le ganó de forma holgada el rebote (41-28).

Tres de las últimas cinco victorias en la ACB han llegado con sufrimiento y ante equipos que pelean por eludir el descenso

Entre medias, la escuadra de Ivanovic tan solo ha sido capaz de ganar cinco partidos. Salvo la victoria ante el Barça, las otras cuatro llegaron frente a rivales menores.

Howard salvador 'in extremis'

Además, buena parte de ellas se produjeron incluso con mucho sufrimiento. Contra el Granada no pasó excesivos apuros (104-88), alguno se vivió contra el Zaragoza (102-94), mientras que ante el Breogán se logró una victoria agónica con un triple de Howard en el último segundo (76-74) y ante el descendido Palencia se fue a remolque tres cuartas partes del duelo para acabar imponiéndose por 94-101.

El Baskonia no ha podido convertirse en el martillo pilón de cursos anteriores. Ha ganado, y con apuros, a un descendido y a otros equipos que pelean por eludir la perdida de categoría.

Todos estos tropiezos le han dejado a un paso de quedarse fuera de unas eliminatorias por el título por primera vez en su historia desde que existe el actual formato. Agotado y extenuado. Sin fondo para dos competiciones.