- Las distintas versiones que a lo largo de la historia ha tenido el Baskonia de Dusko Ivanovic siempre han destacado, cuando las cosas han ido bien, por el poderío defensivo de sus equipos y una enorme fortaleza física. Grupos capaces de asfixiar a los rivales a través de la intensidad y la velocidad de piernas y manos para luego poder correr al contraataque. Pocos interpretan este juego mejor que el montenegrino, que ha hecho de este estilo un sello propio de identidad muy marcado. El ejemplo más claro es tan reciente y exitoso como la fase final de la Liga ACB. El equipo vitoriano no tenía el mejor ataque y en estático le costaba horrores ser creativo, pero consiguió amasar una buena cantidad de puntos a través de su actividad en la otra parte de la cancha. Ahí sí que se mostró como el mejor, con un despliegue físico descomunal al que se le tratará de dar continuidad de nuevo esta temporada con una clara apuesta por el músculo. No en vano, la plantilla cuenta con jugadores grandes para sus posiciones y muy potentes, pero también dotados de movilidad. Cuestiones todas estas determinantes para que la actividad en defensa pueda mantenerse muy elevada a lo largo de cada partido y también en la maratoniana acumulación de los mismos durante todo el curso.
Todos los jugadores se encuentran por encima de los 190 centímetros -según los registros oficiales, el más bajo es Luca Vildoza, con 1,91 metros, aunque la sensación viendo a Khadeen Carrington es que se encuentra en una altura similar-, que en el caso de los bases ya es un registro a tener en cuenta. Ellos dos y Arturs Kurucs son los más livianos, pero eso no quiere decir que no sean solventes en el plano defensivo, como ya se ha encargado de demostrar en repetidas ocasiones un Vildoza que es velocísimo de piernas y manos. Pero es que en esa posición Pierria Henry, con su 1,96 acompañado además de un físico espectacular, es un caso único que le convierte en diferencial en el apartado defensivo y permite plantear muchas defensas alternativas con intercambio de pares sin problemas.
Precisamente, esos cambios directos entre exteriores son más sencillos cuando todos los jugadores tienen unas características físicas semejantes. Y también se puede hablar en los mismos términos cuando se aplica a treses y cuatros. Y ahí el Baskonia ha reunido un grupo que parece cortado por el mismo patrón y que puede permitir que el cambio en los bloqueos sea automático con la ventaja que eso supone a la hora de defender. Los Rokas Giedraitis (2,01), Sander Raieste (2,04), Tadas Sedekerskis (2,04), Achille Polonara (2,05) y Alec Peters (2,06) asemejan a fotocopias físicas, todos ellos son potentes físicamente y también rápidos de movimientos, por lo que se pueden ajustar a la perfección -aunque alguno flojea bastante atrás- a una defensa agresiva.
Y si la pasada campaña la apuesta en la posición de pívot fue claramente marcada por un volumen físico tremendo, la marcha de Micheal Eric para dar cabida a Tonye Jekiri no hace sino incrementar esa idea de meter centímetros y kilos debajo del tablero.
El más bajito, luego aparece el citado Jekiri con sus 2,13 y completa el trío el gigantesco Youssoupha Fall, con sus 2,21. Muy altos todos ellos y en el caso de los dos últimos corpulentos en cuanto a anchura, siendo el capitán mucho más fino. Y, pese a estas condiciones físicas, dotados los tres de una velocidad de movimientos -siempre teniendo en cuenta su altura, aunque Diop representa un caso excepcional en este sentido por su facilidad para desplazarse- más que reseñable. Una cuestión que no es baladí teniendo en cuenta que, precisamente, lo que le exige Ivanovic sus cincos es una movilidad que no está al alcance de cualquiera para ayudar en los bloqueos directos y recuperar la posición con rapidez.
En todas las líneas, una plantilla que destaca por su perfil físico, potente y con altura, y que va a tener que marcar, de nuevo, diferencias desde la defensa para facilitar el trabajo al juego ofensivo.
Recuperado. Buenas noticias las que ha recibido Dusko Ivanovic este fin de semana, pues Youssoupha Fall se ha reintegrado a los entrenamientos después de recuperarse de la fascitis plantar que ya le impidió tomar parte en la fase final de la pasada campaña, ya que cuando reapareció en Valencia las molestias le obligaron a parar de nuevo después de unos pocos segundos sobre el parqué. El pívot senegalés ha llevado un trabajo específico de recuperación al margen del grupo y se ha perdido los primeros amistosos. Llega justo a tiempo para los partidos oficiales, pero habrá que ver si Ivanovic apuesta por su presencia o se convierte en el primer y obligado descarte en torneos domésticos.