- Salir a la ventana a aplaudir cada tarde la labor de los profesionales que luchan contra la pandemia se ha convertido en la gran expresión de gratitud colectiva de millones de españoles. Un aliento que percibe como policía local el árbitro de baloncesto de la Liga Endesa José Ramón García Ortiz.
"Nosotros nos sentimos aludidos con ese reconocimiento diario Cuando pasamos a las 20.00 horas por la ciudad la gente nos aplaude, nos anima, lanza gritos en favor de la policía, reconociendo la labor que se hace en la calle... Es muy emocionante", explica el árbitro internacional y policía local en San Fernando (Cádiz).
José Ramón García Ortiz lleva casi treinta años compatibilizando el silbato y el parqué -más de 800 partidos dirigidos en la máxima categoría del baloncesto español, sin contar la Euroliga- con su profesión como policía, cuya actividad ha cambiado radicalmente en estos días.
"Nos enfrentamos a la situación con bastante preocupación por la enfermedad y el virus, por el miedo a lo desconocido. No teníamos mucha información sobre cómo era este virus, y después de la rama sanitaria estamos nosotros en primera línea, con un trato muy directo con el ciudadano", comenta el colegiado gaditano.
No obstante, a base de seguir protocolos y aplicar buenas dosis de paciencia a consultas de todo tipo sobre qué se puede hacer y qué no durante el confinamiento, que les han llevado a hacer miles de consultas al Boletín Oficial del Estado (BOE), han podido mantener una actividad, actualmente centrada en la vigilancia del cumplimiento de las medidas para detener la curva de contagios.
¿Se discute más con un ciudadano que hace caso omiso a la obligación de permanecer en casa, o con un jugador que está en desacuerdo con una falta personal en contra? García Ortiz reconoce que, ahora mismo, son los ciudadanos los que le generan más discusiones, aunque también le sorprenden con sus excusas.
"Además la gente en esta parte del país tiene un ingenio que al final te tienes que reír. Después le echas la bronca, pero te tienes que reír", admite entre risas el policía local y árbitro internacional.
Como ejemplo relata el caso de un ciudadano que utilizó una bolsa de farmacia como salvoconducto para recorrerse la ciudad y al que encontró a kilómetros del lugar donde está la farmacia a la que supuestamente se dirigía. "Te dice que va a la farmacia y la bolsa va vacía, y lo que está es dando vueltas con la bolsita", recuerda. Son algunos casos, pero "pocos, afortunadamente", puntualiza García Ortiz, que asegura que "la gran mayoría está respetando" las medidas de distanciamiento social, pese a esa minoría a la que cuesta convencer.
"En muchos casos no hay más remedio que sancionarlos, aunque ellos piensen que llevan razón, porque no es así, es una situación grave y, sin ser alarmistas, hay que respetarla", agrega.
La pandemia también ha conferido a la policía nuevas labores, que nunca habían realizado antes, algunas "de tipo humanitario" como atender a personas que permanecen solas en sus casas con graves problemas médicos, o animar a los niños, uno de los colectivos que más sufren el confinamiento. "Los críos están teniendo una actitud increíble, y les estamos preparando diplomas. Vamos a la puerta de su vivienda y les entregamos un diploma reconociendo lo bien que se están portando, o felicitándoles por sus cumpleaños... Son labores que en condiciones normales no se hacen, pero es una manera de hacer ver al ciudadano que estamos ahí para colaborar con ellos", explica.
García Ortiz comenzó a impartir justicia sobre el parqué a los 20 años, como vía para compatibilizar el baloncesto y el trabajo, después de haber sido jugador del Baloncesto San Fernando. Año a año fue subiendo de categoría hasta llegar a la ACB y la Euroliga. "Me metí al arbitraje para matar el gusanillo, y desde entonces aquí estamos", recuerda el árbitro gaditano, que reconoce que tiene "un mono brutal" de volver a los parqués aunque no ve cercana la vuelta a la competición. "Hay mucha incertidumbre, me imagino que en la ACB también, que su deseo es que hubiera liga, pero es un tema que no depende de ellos. A ver cómo evoluciona el virus, pero vamos a estar todos a expensas de eso. Seguro que se toma la mejor opción", confía García Ortiz, que mientras tanto seguirá velando por el respeto a las medidas de confinamiento y ayudando a sus vecinos.