Vitoria - Las estrellas más rutilantes ya están colocadas desde hace semanas y muchas plantillas de la Euroliga han quedado completamente perfiladas de cara a la próxima temporada, pero para aquellos equipos que todavía no han realizado del todo sus deberes -entre ellos, el Baskonia- aún restan piezas de lo más apetecibles en el mercado susceptibles de permitir un salto de calidad. No suele ser normal que a estas alturas de la película resten mirlos blancos sueltos, pero de vez en cuando sucede que a última hora aparecen gangas inesperadas en un mes de agosto donde los agentes empiezan a rebajar el caché de sus jugadores ante la perspectiva de que puedan acabar el verano sin equipo.
Sin obviar que en el próximo Campeonato del Mundo nuevos jugadores sin contrato en vigor también podrían revalorizarse, sorprende la importante lista de baloncestistas que hasta ahora no han encontrado acomodo profesional. No solo la demarcación de ala-pívot, precisamente la más débil del Baskonia, ofrece piezas realmente interesantes, sino también la dirección de juego, la cuerda exterior y la pintura.
Si no sufriera serias apreturas económicas para dar con esa última pieza -según apuntó Josean Querejeta, el cuatro restante encargado de oxigenar a Tornike Shengelia tendrá un perfil bajo- y el pasaporte extracomunitario tampoco fuera un serio inconveniente, el club vitoriano podría haber activado ya el posible aterrizaje de Johnny O’Bryant o Chris Singleton. El primero no ha renovado con el Maccabi y, tras ser vinculado a equipos como el Anadolu Efes, aún sigue libre. En el caso del segundo, el Barcelona descartó hacer efectiva la opción de su segundo año de contrato tras un ejercicio anterior demasiado inestable donde su discreto rendimiento no estuvo a la altura de su elevado caché.
No son los únicos hombres altos de campanillas pendientes de solucionar su futuro. Malcolm Thomas ha hecho las maletas de un Khimki empeñado en tirar la casa por la ventana con el fin de cuajar un papel destacado en la Euroliga. Otro jugador con pasado en la periferia de Moscú, en este caso Marko Todorovic, un cupo de formación incluido en el derecho de tanteo por el Joventut pero por el que no pujó ningún otro conjunto de la Liga ACB, puede escuchar en breve los cantos de sirena de la CBA china.
En realidad, la tentación del dinero fácil en tierras asiáticas puede ser, a la postre, la solución a la falta de ofertas atractivas en Europa para muchos jugadores en el paro. Darius Adams, Malcolm Delaney -en los últimos días se le vincula con fuerza al Maccabi- o Toney Douglas ya conocen los privilegios de probar esta exótica aventura y no sería de extrañar que terminen decantándose otra vez por alguna propuesta de este calibre pese a que el cambio en la normativa implantado en la competición puede afectar seriamente a partir de ahora a sus bolsillos.
La nómina de jugadores con las manos completamente libres para negociar con cualquier club que participaron en la pasada Euroliga se completa con los bases Norris Cole, Sinan Guler -rescindido el miércoles por el Fenerbahce- y Tyler Ennis, descartado por el Maccabi tras los exhaustivos exámenes médicos como consecuencia de su grave lesión sufrida el año pasado en Turquía. El alero Axel Toupane y el espigado interior Anzejs Pasecniks también se encuentran en la misma inquietante tesitura que los anteriores compañeros de profesión.